Tras un par de intentos por reformar la Ley del Mercado de Valores en las últimas dos décadas, a fin de impulsar el crecimiento del mercado bursátil mexicano, las autoridades financieras y los participantes del sector confían en que por fin le dieron al clavo para lograrlo, y empezarán a ver sus primeros frutos en el 2025.

Los astros se están alineando, confirman autoridades y participantes del mercado. Se aprobó una reforma a la Ley del Mercado de Valores, de la cual nació la figura de la emisión simplificada, y cuya regulación secundaria está a días de ser publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Los grandes inversionistas institucionales, como las Afore, podrán invertir en estos activos financieros, cuya modesta proyección es que los activos administrados por éstas representen 40 por ciento para 2030.

De acuerdo con Jesús de la Fuente, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), las emisiones simplificadas allanan los requisitos que las empresas deben cumplir para acceder a los inversionistas institucionales (Afore, fondos de inversión y aseguradoras) y calificados (banca privada, por ejemplo); reducen el lapso para obtener el financiamiento; disminuirán los costos de colocación y los tiempos de inscripción en el Registro Nacional de Valores de la CNBV.

Sin duda alguna este es un importante paso para el alivio de muchas empresas que quieren participar en el mercado, garantizó el presidente de la comisión.

Ángel Cabrera, coordinador de banca y valores de la Unidad de Banca y Ahorro de la Secretaría de Hacienda, afirmó que el mercado bursátil es una de las principales fuentes de financiamiento para las empresas del país, pero hay cierto divorcio en relación con la naturaleza, el tamaño de la planta productiva y el acceso al financiamiento; es decir, en México más de 80 por ciento de las empresas son Pymes, y son las responsables de generar casi 70 por ciento de los empleos.

Hay un punto fundamental, añadió: para que esta reforma funcione se necesita el compromiso de todo el sector: autoridades, casas de bolsa y las bolsas. Necesitamos ir por las empresas y comprometernos. Las reformas legales no funcionan por el solo hecho de estar escritas. Necesitamos un compromiso institucional de todo el sector.

Hay condiciones

En México existen un millón 800 mil empresas formalmente constituidas. De éstas, sólo 30 por ciento tienen financiamiento institucional. El 66 por ciento no, alrededor de un millón 200 mil. No todas pasan para este esquema (simplificado) porque la gran mayoría son muy chicas.

Con base en esto, Álvaro García Pimentel, presidente de la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), calculó que entre 30 o 50 mil empresas podrían beneficiarse de este esquema, lo que compara con la cifra que se tiene hoy, 322, entre deuda y capital.

En AMIB Conecta, un espacio para poner en contacto a las empresas interesadas en obtener financiamiento bursátil con las casas de bolsa, quienes las asesorarán y guiarán para definir la mejor alternativa para obtener capital a través del mercado de valores, tenemos siete empresas buscando financiamiento, entre 200 y mil 500 millones de pesos, de distintos sectores. Y para 2025 podrían estar ya en el mercado, seis en el de deuda y una en capitales, prevé.

García Pimentel recalcó que se debe hacer un fuerte trabajo de promoción, que el empresario sepa que tener financiamiento hace la diferencia, pues crece siete veces su inversión, seis sus ingresos, cinco su producción y cuatro veces el empleo en cinco años.

Asimismo, se formará en las aulas el capital humano que apoye a las casas de bolsa para llevar a empresas pequeñas y medianas a encontrar financiamiento bursátil, ya sea en el mercado de deuda o capital. Sólo hay que seguir promoviendo el mercado bursátil mexicano, recomendó.