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El Cenart se transformó en un singular inframundo de arte y cultura

Este fin de semana se realiza la edición 24 de la Feria de las Calacas

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▲ Miles de familias acudieron al Cenart, donde se realizan 300 actividades para todo el público.Foto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Domingo 3 de noviembre de 2024, p. 3

Como es habitual desde hace varios años en el Día de Muertos, el Centro Nacional de las Artes (Cenart) se vio desbordado este sábado con infinidad de pequeñas y simpáticas muertes, diablitos bigotones, brujitas sonrientes, traviesas momias y uno que otro espíritu chocarrero, en el primero de los dos días de la 24 Feria de las Calacas.

Organizada por la Coordinación Nacional de Desarrollo Infantil Alas y Raíces, de la Secretaría de Cultura federal, esta cita anual convocó desde poco antes de mediodía y hasta las nueve de la noche a miles de familias, grupos de amigos, jóvenes parejas y, en general, personas de todas las edades para rendir homenaje y celebrar a sus difuntos y ancestros.

En un primer corte de asistencia, efectuado a las 16 horas, las autoridades de aquella instancia reportaron 12 mil 600 visitantes, poco más de la cuarta parte que recibieron durante los dos días el año pasado, un total de 40 mil personas. Las previsiones para esta ocasión son alcanzar esa misma cifra, incluso superarla.

Un multicolor arco hecho con flores de papel y naturaleza muerta da a los asistentes la bienvenida a este Mictlán situado en las áreas verdes del Cenart. Es el umbral hacia un singular inframundo conformado por cuatro foros: Artes escénicas, Pabellón circense, Narraciones y Escenario Música, además de 10 grandes carpas y el Teatro de las Artes.

En esos espacios se realiza un programa artístico y cultural de cerca de 300 actividades destinadas a públicos de todas las edades, desde presentaciones musicales, baile y teatro hasta marionetas y títeres, así como narraciones orales, con la participación de más de 100 artistas, además de diversos talleres.

A ello se suman instalaciones lúdicas y ofrendas, como la de grandes dimensiones que recibe al público en la entrada principal de este conjunto cultural, en la que se recuerda a los arquitectos Ricardo Legorreta y Teodoro González de León, dos de los artífices de este monumental espacio que este 2024 cumplió 30 años, así como al diplomático, escritor y gestor cultural Rafael Tovar y de Teresa, impulsor de este centro en su condición de presidente del entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, hoy Secretaría de Cultura.

También hay decenas de módulos con expoventa de artesanías de varias entidades del país, desde papel picado, alfarería y máscaras hasta joyería, textiles y bordados, además de los destinados a ofrecer una amplia y variada oferta gastronómica.

Día de rencuentros

El lugar es una verbena popular en la que imperan las risas y la alegría infantiles. Un singular enjambre humano pletórico de músicas, rumores, colores y aromas, así como de personas de todas las edades disfrazadas acorde a la ocasión (muertes, calacas, catrinas, diablos, brujas, lloronas y monstruos), pero también de superhéroes como Batman y el Hombre Araña, o fantásticos animales, como tiburones o dinosaurios.

Y es que el Día de Muertos es una ocasión muy especial para las familias mexicanas, según refirieron a este diario Gabriela y Édgar, y su hija Valeria, ya que es cuando uno recuerda, honra la memoria y celebra a sus seres queridos que han partido al otro mundo.

Es la celebración cultural más importante que hay en el país, porque permite rencontrarnos con nuestros muertitos y expresarles el cariño que les tenemos y la falta que nos hacen, manifestó Luis Gutiérrez, de la alcaldía Álvaro Obregón, quien ha asistido a este encuentro desde hace cinco años, acompañado por su esposa y sus tres hijos.

De la colonia Álamos, Natalia Mendoza acude a esta feria desde que tiene uso de memoria. Ahora cuenta con 25 años, y para ella esta fecha le provoca sentimientos encontrados, ya que por un lado siente una inexplicable melancolía y, por otro, una gran emoción y orgullo por saber que ésta es una tradición muy mexicana: La creencia es que vienen nuestros familiares y seres queridos, y la verdad se siente un calor, una alegría diferente.

Aunque todavía no tiene idea clara de la muerte –no sé, ¿es cuando alguien se va y ya no regresa?–, a sus casi siete años, Irving disfruta mucho la celebración del Día de Muertos, porque lo disfrazan y le dan muchos dulces cuando pide su calaverita. Ésta es la segunda ocasión que asiste a esta festividad en el Cenart; lo hace con su papá y su hermana menor. Lo que más le gusta son los talleres y los narradores orales.

Como cada año, la Feria de las Calacas está dedicada a una temática especial. La de esta edición (cuyas actividades continuarán hoy de 11 a 21:30 horas con entrada libre) es Ánimas perdidas, es decir, todas esas personas que murieron en algún trayecto desconocido y que a lo mejor hasta no sabemos su nombre, pero sí que son parte de nuestra familia. Con esta feria queremos nombrarlas, recordarlas, acompañarlas a que regresen del más allá o donde quiera que se hayan ido, y apapacharlas”, explicó Guillermina Pérez Suárez, coordinadora nacional de Desarrollo Cultural Infantil-Alas y Raíces.