Viernes 1º de noviembre de 2024, p. 24
Retrasos, inequidad y discrecionalidad en la entrega de agua por medio de pipas en la alcaldía Iztapalapa padecen algunas familias asentadas en las faldas del Parque Nacional Cerro de la Estrella.
En colonias como Valle de Luces, Maravillas y Predio Matlalotzin, hacia arriba del panteón civil San Nicolás Tolentino, mujeres reciben el agua una vez por semana hasta sus domicilios, pero en la última, donde las calles son más accidentadas y tienen mayor pendiente, a veces no quieren subir porque dicen que se les descompone la pipa
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En la calle Isaías Villa, colonia Predio Matlalotzin, Carmen Mandujano dijo que en los más de 15 años que tiene viviendo allí nunca ha padecido ni conoce de algún caso de extorsión sexual para la entrega del líquido, pero suele ocurrir que si en alguna casa no les dan para su refresco
, monto que va de 20 a 50 pesos según si es cisterna o tambo, la siguiente vez se la saltan y no le dejan agua
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Por ello consideró acertada la decisión de la alcaldesa, Aleida Alavez, de instalar buzones en las direcciones territoriales para denunciar de manera anónima situaciones de ese tipo, como adelantó este diario luego de que un investigador de la UNAM presentó resultados de un estudio en el que refiere que mujeres de Iztapalapa y Xochimilco han sido víctimas de extorsión sexual para poder recibir el agua.
Si bien Carmen y otras vecinas aseguraron que no han enfrentado esa situación, sí han padecido malos tratos: “nos dicen ‘viejas chismosas’, porque cuando vamos a la garza a pedir la pipa, el administrador se da cuenta de que los operarios no están cumpliendo con su comisión”. Explicó que son cuatro los piperos que envían de forma constante, aunque a veces mandan a otros; hay unos que son amables y otros que son bien cabrones
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Afuera de los domicilios que carecen de cisternas se observan tambos con capacidad de 200 litros, tinacos de 600 y hasta 5 mil litros, tanques de mil litros y hasta antiguos tinacos horizontales.
En las colonias Valle de Luces y Predio Matlalotzin se observan contrastes en las viviendas, construcciones precarias en la parte alta, contiguas a la reserva ecológica, hasta edificaciones de cuatro niveles en la colonia Maravillas, que son para arrendamiento y que generan inequidad en la distribución del agua.
A Sonia le llenan dos tinacos, uno de 5 mil y otro de 600 litros, pero en esos edificios de la calle La Gloria ha visto que llegan hasta dos pipas.
Para ella el agua es indispensable porque, contiguo a su domicilio hay un predio con un criadero de cerdos que es también matadero, por lo que la suciedad invade su vivienda y tiene que lavar constantemente.