A una década de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconociera a la psoriasis como una enfermedad crónica grave, aún no hay cifras recientes de su impacto en América, donde se estima que afecta al menos a uno por ciento de la población.

En México, alrededor de 2.5 millones de personas padece psoriasis, de ellos, de 25 a 30 por ciento es de tipo moderada; 70 a 75 por ciento, leve, y de 25 a 30 por ciento moderada-severa.

El organismo señala que la psoriasis es una enfermedad no transmisible que se manifiesta como un padecimiento inflamatorio cutáneo crónico caracterizado por crecimientos o masas, benignas o malignas, bien delimitadas, escamosas y rojas, localizadas con más frecuencia en los codos, rodillas, cuero cabelludo, manos y pies.

Sus síntomas incluyen picazón, irritación, quemazón y dolor. Raramente afecta toda la superficie de la piel, pero si esto pasa, puede ser mortal, dado que la inflamación extrema y la descamación pueden alterar la capacidad del organismo para regular la temperatura y alterar la función de barrera de la piel.

La OMS estima que 10 por ciento de los afectados por la enfermedad presentan artritis y en algunos casos, las articulaciones se deforman, causando discapacidad.

En el marco del Día Mundial de la Psoriasis que se conmemora el 29 de octubre, la Federación Internacional de Asociaciones de Psoriasis (IFPA), informó que este año se busca visibilizar el profundo impacto de la enfermedad psoriásica en las familias y difundir a nivel global que se trata de un padecimiento que afecta a millones de personas diagnosticadas y a sus familias, pues los pacientes soportan tanto síntomas físicos, como luchas emocionales por el estigma social.