En el pasado quinquenio el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) registró 40 mil 724 pacientes con cáncer de mama que requirieron al menos una incapacidad temporal, cuyo impacto fue de 4.4 millones de días que no se trabajaron, informó Mauricio Hernández, director de Prestaciones Económicas y Sociales.

En el marco del Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama destacó que 62 por ciento de las pacientes tienen al menos un periodo de 100 días de incapacidad, lo que se puede considerar como una licencia temporal prolongada.

Las instituciones de salud, indicó, deben invertir grandes sumas en la atención médica, rehabilitación, prestaciones económicas o retiro anticipado y la prueba es el incremento de 66 por ciento en el gasto de incapacidades por cáncer de mama en el IMSS de 2019 a 2023.

Agregó que 36 por ciento de las pacientes que se encuentran en esta condición laboral tienen entre 40 y 49 años, seguida por las de 50 a 69 años. Detalló que en 2023, el gasto fue de 245 millones de pesos, lo que representa un incremento de 66 por ciento; además, en los últimos cinco años se pensionaron por esta enfermedad 3 mil 526 féminas, que en promedio tenían 48 años.

Señaló que este padecimiento aflige de muchas maneras a las trabajadoras, a familiares, a empleadores y a la sociedad en su conjunto.

A la mujer laboralmente activa le causa, afirmó, dolor, sufrimiento sicológico, baja autoestima, disminución de la confianza, tensión en las relaciones en el hogar, pérdida del ingreso económico, reducción en la capacidad profesional, así como gastos médicos adicionales relacionados con los tratamientos médicos que recibe.

Paralelamente la familia se ve afectada por el sufrimiento moral y sicológico, la pérdida de ingresos y en ocasiones es motivo de que algún hijo o hija deba abandonar sus estudios o comenzar a trabajar; mientras el empleador también debe afrontar retos por el ausentismo.