Sábado 26 de octubre de 2024, p. 7
Morelia, Mich., El terrorífico ballet visual de la cinta Un cuento de pescadores, de Edgar Nito, sorprendió al público del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) por su magnífica manufactura, originalidad, impecable sonido y sobre todo por llenar de un terror indescriptible al espectador.
En entrevista con La Jornada, Nito señala: “Lo principal en Un cuento de pescadores fue que se sintiera una presencia en el ambiente, por eso no es sólo una historia la que pudiera contar esa oscuridad mitológica acechando la región, tenían que verse desde diferentes historias y puntos de vista para poder afectar a toda la isla. Esa fue la idea principal y por eso se desarrollan varios relatos que suceden al mismo tiempo”.
En las islas del lago de Pátzcuarose desarrolla esta trama sobre la leyenda que hace años la naturaleza prosperaba en armonía alrededor del lago y sus islas de la región, hasta que el mal llegó porque los hombres, cegados por deseos oscuros, trajeron miedo, odio y muerte. Los pescadores la llaman La Miringua, la que te arrastra y ahoga en el lago por tus pecados y culpas insanas.
Nito comparte: El monstruo que acecha la región lo mostramos desde el principio porque no es el engendro lo que asusta, sino la presencia que permea a todos en los protagonistas de la historia porque cada uno de ellos lleva el mal por dentro
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Al preguntarle al también director de la película Huachicolero cómo reconoció esta historia para filmarla, respondió: “Hace unos años estaba con el guionista Alfredo Mendoza en la isla de Yunuén trabajando. Nos habían platicado sobre La Miringua, pero no la tomamos en cuenta hasta que una chica del poblado nos contó del libro de relatos de la región. En una ocasión, a las 3 de la madrugada estábamos leyendo precisamente ese texto, y aquí es cuando se pone interesante porque se fue la luz en la cabaña y al salir nos dimos cuenta de que toda la isla estaba a oscuras y se sentía tenebroso el ambiente.
“Nos encaminamos al borde del lago, viendo la luna y en la historia La Miringua ahoga a sus víctimas, nos dio risa y susto pero nos regresamos a la cabaña. Lo tomamos como una señal, abandonamos el guion que trabajábamos en ese momento y nos pusimos a escribir Un cuento de pescadores. Eventualmente regresamos al lugar a recopilar relatos de diferentes personas de lo que recordaban o qué les había pasado a otra gente. A partir de ahí comenzamos a aficionar y salió la película.”
Un cuento de pescadores se escribió en partes, admitió Edgar Nito: “Las cuatro historias principales de la película se escribieron de manera separada, arrancamos con la historia de Federico, quien se enamora de la materialización de la presencia, en una hermosa mujer, y a partir de ésta comenzamos con el resto de las historias, planteándolas dentro del contexto de un tata purépecha que habla de lo que está sucediendo: ‘no hay escapatoria, lo único que hay que esperar es la muerte’”.
Terror metafórico
Para Nito su película requiere la concentración del público: “Lo que une a todas las historias es La Miringua y desde el principio la cinta pide al espectador que mire para que suceda la historia. No es un terror clásico y siento que habla desde el temor metafórico, sicológico y de sugestión, porque yo nunca he visto un fantasma, pero si se presenta el espectro de alguna forma todos se sugestionan de manera distinta y cada uno se va al carajo de distintas maneras dependiendo del nivel de sugestión”.
El cineasta mencionó que para lograr su cometido de asustar “hay un diseño atmosférico oscuro en la fotografía y en el desarrollo de las escenas, pero también es muy natural este paisaje en la región de Pátzcuaro, en la noche y madrugada no hicimos efectos especiales; ese ambiente lóbrego ahí está, es natural y puedes entender por qué este tipo de historias nacen ahí. Esta película puede suceder perfectamente si quitas a La Miringua, con todo lo que sucede alrededor en el ambiente”.
El desdoblamiento de La Miringua, dos materializaciones distintas, es otro de los elementos interesantes de Un cuento de pescadores: “Son un muégano y que la propia miringua autodeshace su propia ilusión y lo quisimos hacer con el tributo de Saturno devorando a sus hijos, para que nos demos cuenta que esa materialización no existe y La Miringua la devora”.
La pasión y el sacrificio en Un cuento de pescadores, finaliza Edgar Nito, es esencial, porque como se detecta rápido en la cinta, los personajes saben que están marcados por su oscuridad, por sus propias locuras, miedos, pecados; diseñamos varias situaciones, como la relación entre dos mujeres, porque estamos en 2024 y sin duda debería ser común, pero la información de cómo nos relacionamos como sociedad a veces tarda en llegar a las ciudades más pequeñas, poblados y, en este caso, a las islas donde algunas cosas siguen siendo tabú; que no es el tema principal en la película, pero que atañen a la sociedad contemporánea
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Un cuento de pescadores llegará a las pantallas nacionales, luego de su paso por diferentes festivales que incluyen Feratum y Mórbido.