El peso retrocedió ligeramente ayer para cerrar en 19.88 unidades por dólar, en operaciones al mayoreo, con lo que anotó una pérdida semanal de 60 centavos (3.10 por ciento), la peor semana desde agosto, en medio de una alta volatilidad marcada por crecientes preocupaciones en torno a una eventual victoria electoral de Donald Trump en las elecciones de noviembre.

En lo que va del año, la moneda mexicana acumula un retroceso de 17.2 por ciento y analistas e inversores creen que podría seguir presionada al menos a corto plazo.

Mientras se acerquen las elecciones de Estados Unidos, se espera que la volatilidad del tipo de cambio se eleve, aseveró la firma Banco Base, en una nota de análisis.

En el Chicago Mercantile Exchange, las posiciones especulativas a favor de una apreciación del peso mexicano disminuyeron, después de tres semanas consecutivas en aumento.

Por otra parte, los precios del petróleo cayeron alrededor de 2 por ciento en la sesión y retrocedieron más de 8 por ciento en la semana, después de que datos mostraron una ralentización del crecimiento económico de China y de que los inversores digirieron un panorama incierto en Medio Oriente.