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En el cumpleaños de Charly García
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▲ Luego de años de ausencia, el maestro Charly García reaparece con el álbum La lógica del escorpión. Foto tomada de su cuenta de Instagram
 
Periódico La Jornada
Sábado 19 de octubre de 2024, p. a12

El nuevo disco de Charly García es un apólogo, relato, leyenda, cuento, parábola, alegoría, mito, fabulación… un alegre desmadrito, una cátedra magistral, una celebración de la vida. Escucharlo equivale a poner en movimiento una galería de imágenes, recuerdos, vivencias, intensidades.

En cuanto suena el primer corte del disco, titulado Rómpela, uno exclama de inmediato: es Charly.

Luego de muchos años de ausencia, el maestro, la leyenda viviente, Charly García reaparece. La lógica del escorpión se titula el disco, tiene apenas un mes en circulación y ya nos lo sabemos de memoria y escudriñamos cada rincón, todo recoveco y entendimos ya los guiños, las trivias, las bromas, las celebraciones y los espejeos que contiene.

Una cosa es cierta: Charly García no se pone a rendir homenaje a ninguna de las grandes figuras del rock cuyas obras aparecen en el disco, no quema incienso, mucho menos se arrodilla. Se trata, en cambio, de una jam session, un palomazo, un tú a tú con los músicos de sus querencias.

No hace covers ni versiones de piezas de los músicos que admira; su magia consiste en convertir esas obras ajenas en propias, mediante procedimientos estrictamente musicales; es de esa manera como lo escuchamos tocar y cantar piezas de David Bowie, Van Morrison, John Lennon, entre otros, cuando lo que suena es la música que identifica el genio de Charly García.

El disco entero es un laberinto de referencias, ecos, guiños, citas de obras que grabó Charly anteriormente y fragmentos o piezas enteras de otros autores, en versiones donde el maestro dialoga con otros maestros.

La pieza inicial, Rompela (el título es sin acento, en pronunciación argentina, mientras en la canción resulta esdrújula por el juego de prosodia) como una nueva versión, en español, del último track, Break It Up, del disco de 2010 Kill Gil, de donde proviene a su vez la primera versión de Charly García de la pieza de John Lennon titulada Watching The Wheels, cuya versión en el nuevo disco acompaña el relato que hace Charly de la fábula de la rana y el escorpión de manera muy amena y muy argentina (¡vaya!, replicó la rana).

Rompela pone el tono de todo el disco: el rock característico de Charly con instrumentación de un gusto musical exquisito, coros a manera de llamado y respuesta; también responde a quienes esperaban un disco donde nuevamente Charly García rompiera moldes y estableciera un nuevo orden como lo hizo con sus álbumes históricos, como Clics modernos y Piano Bar.

Nada de eso, simplemente es el placer de hacer música luego de siete años de no grabar un disco desde su anterior, titulado Random, en 2017.

El segundo corte del disco, Yo ya sé, muestra su gusto por las aliteraciones y como detalle perceptible, la lógica de cuarteto de cuerdas de Eleanor Rigby, de los Beatles, de quienes aparecerán otras varias citas reconocibles utilizadas de manera magistral para mantener el tono de fábula que dispuso Charly para su nueva producción.

Con la tercera pieza, El club de los 27, inicia el mandala de citas musicales y las referencias y guiños, por ejemplo cuando Charly canta: Cristo fue crucificado por pecados de alguien más, y dice en un aparte: no por los míos, está citando la pieza de Van Morrison, titulada Gloria, que es a su vez uno de los emblemas de Patti Smith, cuya versión de esa pieza es la más dramatúrgica y rompedora.

En su juego poliédrico de diálogo con otros músicos, Charly añade en esta pieza versos como en el que anuncia, en tono de fábula y al mismo tiempo de crítica política, el asesinato de John Lennon, con todo y disparo letal en las bocinas.

Ahí aparece una frase en el coro y en voces secundarias que permea el disco entero: wait for it, expresión que anuncia algo divertido que está por ocurrir y al mismo tiempo algo funesto, un vocablo que implica el anhelo de que lo que ocurrirá servirá para resolver todo infortunio.

Canta Charly: El club de los 27 / es ahí donde voy a estar/ voy a ver a mis amigos/ Kurt Cobain y Brian Jones/ Brian Jones será testigo/ que los Stones siguen igual, mientras el coro repite el vocablo wait for it y Charly se regodea en el placer de celebrar la vida con música y poblando su disco con evidencias: efectivamente, los Stones siguen igual, cosechando triunfos a los 81 años de Mick Jagger con fuerza renovada en su marcapasos, los 80 de Keith Richards, los 81 de Roger Waters, mientras él, Charly García, cumplirá 73 años el próximo miércoles, 23 de octubre, y lo celebra con este nuevo disco a lo grande.

La siguiente pieza se llama La Medicina No. 9 y su rebote ocurre ahora con El rap de las hormigas, cuarto track del cuarto disco de Charly, titulado Parte de la religión; esta vez el juego de rebotes involucra la rola Bad Case of Loving You, de Robert Palmer, y Love Potion No. 9, de los Clovers, pero sobre todo Revolution 9, de Los Beatles, al final de la pieza donde Charly juega con el efecto estereofónico que inventó John Lennon en el Álbum Blanco: “number nónime, number nónime…” en la bocina izquierda y luego en el altavoz derecho.

Lo que sigue es Te recuerdo invierno, una bellísima canción de Charly García que puso al final de su segundo disco, titulado Estaba en llamas cuando me acosté y que firmó como Casandra Lange, que, apunta Facundo Soto en su libro Charly Queer, no es solamente el nombre de la banda que acompañaba a Charly en 1995. También se trata del alter ego femenino de Charly. Casandra está conformado por el nombre de una pitonisa, de mitología griega, y Lounge es el apellido que viene por parte de la rama paterna.

En esta hermosa pieza, Te recuerdo invierno, suena un bandoneón para el nuevo rebote: Adiós, Nonino, de Astor Piazzolla.

El siguiente referente es la canción América y nos lleva hacia David Bowie: I’m afraid of americans y lo que sigue es una pieza estremecedora: Juan Represión, una pieza que cumple 50 años y desgraciadamente sigue vigente; de hecho, cuando Charly García presentó a la prensa especializada su nuevo disco, que hoy nos ocupa, Milei reprimía a los jubilados que protestaban en las calles.

Juan Represión forma parte del disco de 1974 titulado Pequeñas anécdotas sobre las instituciones. Fue el tercer álbum del grupo Sui Generis, cuyas figuras centrales eran Charly García y Nito Mestre, y contiene composiciones de clara crítica política en tiempos convulsos. De hecho, tuvieron que cambiar muchos títulos de canciones y de plano algunas fueron eliminadas, entre ellas Botas locas y Juan Represión, rescatada ésta última en 1995 y ahora en La lógica del escorpión:

Juan Represión viste / un saco azul triste / vive como pidiendo perdón / y se esconde a la luz del sol.

Los tiempos de represión, tortura, persecución de los zurdos, como llamaban en esa época a los comunistas y demás luchadores sociales, están retratados en esta pieza que estremece.

La obra más hermosa del disco es La pelícana y el androide, compuesta por Luis Alberto Spinetta (1950-2012) como parte del proyecto que emprendió con Charly García. La versión de Spinetta figura en el álbum Privé, de 1986, y durante la pandemia Charly García encontró en YouTube una colección de demos de sus canciones registrados en los años ochenta y ahí halló una versión muy temprana de La pelícana y el androide y se puso a reconstruirla para su álbum La lógica del escorpión, un poco a la manera en que Paul McCartney completó Now and Then.

El resultado es de una belleza espectacular: dos soles juntos, dos semidioses de la música argentina, dos creadores de calidad suprema en un disco pleno de colaboraciones estelares, además del dúo Spinetta-García, como el trabajo que grabó para este álbum con su alumno Fito Páez: Rock and Roll Star, en otra de las revisitaciones que hace Charly a clásicos de su repertorio de convivencia con músicos de otros lares, en este caso The Byrds.

En suma, escuchar La lógica del escorpión entraña sentimientos, intensidades, lecturas en diagonal, en línea horizontal y en redondo de manera semejante a la lógica de las fábulas.

He aquí un disco fabuloso de un fabulador fabricante de fantasías formidables, un hacedor de historias, un gigante de la música que este miércoles próximo cumplirá 73 años y a quien abrazamos desde aquí. ¡Feliz cumpleaños, Charly!

@PabloEspinosaB

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