ono erótico de los años 50 y 60, símbolo de la emancipación sexual femenina, activista en pro de los animales (sus fotos en Canadá denunciando la caza de focas hace 50 años son todavía célebres), antivacunas y seguidora pública de la dirigente ultraderechista Marine Le Pen, Brigitte Bardot cumplió hace un mes 90 años y sigue siendo noticia, aunque se retiró de la gran pantalla al cumplir 39 años y protagonizar 40 películas.

Representante de la libertad sexual, que desafió al patriarcado en una Francia conservadora, la catalogaron de mero objeto sexual.

La prensa tradicional la llamó gran pecadora e incluso prostituta; en su defensa escribieron Marguerite Duras y Simone de Beauvoir y los cineastas Jean-Luc Gordard y François Truffaut.

Reconoció públicamente haber abortado en dos ocasiones por embarazos no deseados con el director Roger Vadim, quien fue su esposo. Poco dada a conceder entrevistas, dio una con motivo de la muerte de Alain Delon.

En ella recordó su amistad con ese otro ídolo del cine francés. Los dos tuvimos la suerte de haber recibido la belleza, cada uno a su manera. A los dos nos gustaba la soledad, sostuvo la Bardot.

Uno de sus admiradores más fervientes fue Pablo Picasso, y lo demostró en 1954, por medio de una bellísima joven estudiante de arte, Sylvette David, de 19 años, de enorme parecido con la artista. Fue tal el encantamiento, que durante tres meses se convirtió en el tema de unas 60 pinturas, dibujos, cerámicas y esculturas de metal, que van desde obras realistas hasta otras cubistas y abstractas.

La influencia de Picasso en Sylvette fue enorme, al punto en que se convirtió en una famosa artista, que ahora ostenta el nombre de casada, Lydia Corbett. Vive en Londres y siempre ha dicho que Picasso le dio los consejos pictóricos que necesitaba, al liberar de ataduras su pintura para impregnarla de viveza y emociones: alegría, enfado o tristeza.

Es una leyenda de la historia del arte por haber inspirado a Picasso en una de sus etapas más activas de los años 50.

En enero se publicará el libro Bardot, del reconocido historiador de cine Antoine de Baecque. Lo anuncian ya como el más completo sobre la vida de tan singular mujer.