A nivel nacional, en seis años, el precio de la vivienda ha aumentado 22 veces más que los ingresos reales de los trabajadores, un fenómeno que se explica por el incremento en los precios de construcción, la demanda de hogares en algunas zonas del país y las altas tasas de interés, dio a conocer BBVA México.

Al presentar el informe Situación inmobiliaria, la institución financiera indicó que de 2016 a 2022, el precio de la vivienda tuvo un incremento de 56.9 por ciento, mientras los ingresos por trabajo sólo tuvieron un aumento de 2.5 por ciento.

Samuel Vázquez, economista principal de BBVA, indicó que hay estados donde la brecha es mayor, como Quintana Roo o Jalisco, en los cuales el aumento en los precios de la vivienda es de 74.6 y 71.8 por ciento en el lapso de referencia, en buena medida, debido a que se han construido casas de alto valor para poder atraer a los turistas que optan por rentar una vivienda en lugar de hospedarse en un hotel.

En cambio, cuando vemos los Estados que menos han divergido entre precio de la vivienda e ingreso del trabajo, en penúltimo lugar está Chiapas (32.9 por ciento) e Hidalgo (30.5 por ciento), porque no son entidades donde ha habido apreciación de la vivienda, pero un mayor ingreso.

Lo anterior ha provocado que en algunas partes del país las familias a las que en algún momento sus ingresos les permitían adquirir una casa de clase media-residencial ahora tengan que optar por comprar una de interés social.

De acuerdo con el informe, la divergencia entre los incrementos del precio de la vivienda y los ingresos de los hogares o de los trabajadores no son propiamente una medida de accesibilidad, pero sí es una medida del deterioro del poder adquisitivo de los hogares respecto a la vivienda.

Señala que el mercado de vivienda lleva a que los ajustes del precio a corto plazo estén dados por el lado de la demanda y no del lado de la oferta, dado que esta última no puede ajustarse por la limitada disponibilidad de tierra para construir.

Esta característica del mercado de vivienda es común en todo el orbe, incluso en zonas de grandes planicies, ya que no es suficiente la existencia de tierra ociosa, sino que ésta debe tener acceso a los servicios urbanos básicos.

Control de precios, un error

Por lo anterior, planteó, se deben considerar alternativas del lado de la oferta para mejorar el acceso a la vivienda, tales como incentivar la construcción eficiente, sobre todo en segmentos de menor valor, lo que ayudará a mejorar este indicador.

Aumentar la oferta de calidad ayudará a contener el incremento de precios. De no reducirse la diferencia entre la apreciación de la vivienda y el ingreso de los trabajadores, el tamaño del mercado seguirá reduciéndose y el acceso de la vivienda seguirá limitado. También debe evitarse la tentación del control de precios que tiene el efecto contrario, ya que reduce la oferta y disminuye la calidad. Así, las decisiones tanto del lado público como privado, deben enfocarse en propiciar una mayor construcción a costos accesibles.

No es tarea del gobierno

Carlos Serrano, economista en jefe del banco, recalcó que el país requiere más vivienda para satisfacer la creciente demanda de las familias, tal cual lo afirma la presidenta, Claudia Sheinbaum; sin embargo, apuntó que el gobierno no debe de encargarse de construir los hogares.

Estamos de acuerdo en el diagnóstico... Sin embargo, no pensamos que la mejor solución a este problema sea que el gobierno las construya (las viviendas).