En las primeras horas de ayer, el Senado de la República aprobó la reforma constitucional que permite al Estado mexicano retomar el control de sus recursos energéticos, al regresar a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) su carácter de empresas públicas.

Además se definió que el litio será explotado exclusivamente por el Estado mexicano; asimismo, se reconoce que el Internet es un servicio estratégico.

Poco después de la medianoche de ayer, luego de casi ocho horas de debate, ya aprobado en lo general y en lo particular el proyecto de decreto que revierte la reforma privatizadora del ex presidente Enrique Peña Nieto, éste fue turnado a los congresos de los estados, donde deberá ser avalado por la mitad más uno.

La modificación a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales se aprobó en lo general con los 86 votos de Morena y sus aliados, que representan la mayoría calificada, necesaria para reformas a la Carta Magna, 39 en contra de los opositores y la abstención de la senadora de Movimiento Ciudadano (MC), Amalia García.

Se vivió una nueva jornada histórica, destacó el presidente de la mesa directiva, Gerardo Fernández Noroña.

La reforma al artículo 25 constitucional transforma a Pemex de empresa productiva en empresa pública del Estado, mientras el cambio al artículo 27 establece con claridad que en materia eléctrica el Estado tendrá la prevalencia sobre el sector privado. En el artículo 28 se asienta que no se permitirán concesiones para explotación del litio.

Los legisladores del partido guinda, del Trabajo y Verde Ecologista defendieron esa reforma, propuesta por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador. Resaltaron que recupera la soberanía energética del país, frente a los argumentos repetidos una y otra vez por priístas y panistas en el sentido de que limita abiertamente la participación del capital privado en Pemex y la CFE, empresas que calificaron de ineficientes y de arrastrar deudas millonarias.

Lo que más criticaron los opositores fue el cambio al artículo 25 para establecer que CFE tenga prevalencia sobre las empresas privadas que operan en el sector, a fin de que pueda cumplir con su función social y mantener tarifas accesibles para la población.

Una veintena de oradores de oposición sostuvieron que se viola el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), al permitir que la CFE tenga prioridad sobre las corporaciones que ya generan electricidad en el país. Auguraron apagones y desabasto.

Al hablar a nombre de Morena, Laura Itzel Castillo refutó las mentiras de la oposición. La soberanía energética es necesaria ante un contexto global inestable en donde ser independientes en la producción de nuestros recursos se vuelve parte fundamental de nuestra estrategia de seguridad nacional, recalcó.

En la discusión se puso en aprietos a legisladores que en 2013 votaron en contra de la reforma de Peña Nieto, como la ahora senadora de MC, Alejandra Barrales quien, sin embargo, votó en contra de revertirla, porque no se garantiza que Pemex y CFE dejen de contaminar al usar energías no renovables.