El Cairo. Los ataques de Israel causaron ayer la muerte de al menos 50 palestinos a lo largo de la franja de Gaza, mientras sus tropas estrecharon el cerco en torno a la norteña Jabaliya, en medio de encarnizados combates con Hamas.

Tres casas fueron destruidas en Sabra, en la ciudad de Gaza, donde rescatistas recuperaron dos cuerpos y otros 12 continuaban entre los escombros; ocho personas fallecieron en Nuseirat (centro); 17 fueron asesinados cerca de Al Falouja, en Jabaliya, el mayor de los ocho campamentos históricos de refugiados en el enclave, mientras 10 perecieron en Bani Suhaila, en Jan Yunis (sur).

Un médico fue asesinado cuando intentaba ayudar a las víctimas en Al Falouja, y otros resultaron heridos cuando sus ambulancias fueron alcanzadas por fuego israelí en norte y sur del territorio palestino.

Jabaliya lleva más de 10 días bajo una intensa ofensiva y tanto palestinos como las agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) creen que el objetivo es expulsar a los residentes del norte.

Además del cerco al campamento de Jabaliya, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) apostaron tanques en las vecinas Beit Lahiya y Beit Hanún con el argumento de que buscan evitar el reagrupamiento de combatientes de Hamas, y ordenaron evacuar los tres hospitales del área.

Pero el personal médico se resiste a abandonarlo. La leche se está acabando, podríamos enfrentar una catástrofe humanitaria que afectaría a los pacientes de las unidades de maternidad y neonatología, declaró Abu Safiya en un llamado por video a grupos internacionales de ayuda.

Las familias enfrentan un miedo inimaginable a la pérdida de seres queridos. La gente tiene derecho a huir de forma segura, sin enfrentar más peligros, manifestó Adrian Zimmerman, jefe de la subdelegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en Gaza.

En el frente de Líbano las tropas israelíes expandieron sus ataques y mataron a 37 personas e hirieron a 150 en las últimas 24 horas, golpeando las localidades de Nabatiyeh, Bekaa, Baalbek-Hermel, Riyak, Qana y Tiro.

Ayer, la organización chiíta libanesa lanzó una gran descarga de cohetes contra las sureñas ciudades de Haifa, Safed y una base militar cercana. Las FDI confirmaron que al menos 50 proyectiles ingresaron a su territorio, algunos fueron interceptados, pero se han detectado accidentes en la región, sin que al cierre de esta edición hubiera más detalles.

Ya que el enemigo israelí apuntó contra todo Líbano, tenemos derecho, desde una posición defensiva, a apuntar contra cualquier lugar de Israel, advirtió el segundo al mando de Hezbollah, Naim Qassem, al tiempo que sostuvo que la única solución es alcanzar un alto el fuego tanto en Líbano como en Gaza. Si Israel no lo quiere, continuaremos con nuestros ataques. Cuando paren las hostilidades, los colonos podrán regresar a sus casas en el norte, pero si la guerra continúa, los colonos no podrán volver.

Netanyahu descartó un alto el fuego unilateral en Líbano, al considerar que Hezbollah podría rearmarse y reagruparse, en conversación telefónica con el presidente francés, Emmanuel Macron.