Mejorar la gobernanza, fortalecer las capacidades técnicas, operativas, políticas y prospectivas de las instituciones, así como promover el diálogo social, permitirá un crecimiento más alto, sostenido, inclusivo y sostenible, concluye el documento América Latina y el Caribe ante las trampas del desarrollo: transformaciones indispensables y cómo gestionarlas, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

El estudio, publicado dentro del marco del 40 periodo de sesiones de este organismo regional de la Organización de Naciones Unidas, que concluyó el viernes en Lima, propone tres tipos de transformaciones: la productiva, la que reduce la desigualdad y promueve la inclusión y la movilidad social, y la que impulsa sostenibilidad y combate al cambio climático.

El documento, elaborado por las divisiones sustantivas, sedes subregionales y oficinas nacionales de la Cepal, plantea que América Latina y el Caribe enfrentan tres trampas del desarrollo: escasa capacidad para crecer; alta desigualdad, limitada movilidad social y débil cohesión social, así como bajas capacidades institucionales y gobernanza débil.

Estas tres trampas son enormes obstáculos para construir un futuro más productivo, inclusivo y sostenible, por lo que no es exagerado afirmar que la región está pasando por una crisis de desarrollo. Además de estas trampas, la región enfrenta el reto del cambio climático y de promover un desarrollo ambientalmente sostenible.

La Cepal destacó que la escasa capacidad de la región para crecer está asociada con una baja tasa de inversión y un nivel de competencias insuficiente de los recursos humanos, pero, sobre todo, con una productividad estancada o en caída.

A la vez, hay insuficientes esfuerzos para incorporar mayores conocimientos y tecnologías a la esfera de la producción, así como para promover el cambio estructural hacia actividades de mayor productividad.

La trampa de baja capacidad para crecer solamente puede ser superada mediante la promoción de una gran transformación productiva que, a su vez, sólo es posible mediante un significativo escalamiento en el nivel de ambición y alcance de las políticas de desarrollo productivo bajo la visión moderna, plantearon los autores del estudio.

Comentaron que esta perspectiva se fundamenta en esfuerzos colaborativos entre distintos sectores productivos y adopta un enfoque de internacionalización.