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Tu colonia

En esa zona vivieron muchas personalidades

La colonia Roma nació con el siglo XX y ahora muere por gentrificación

Desde que llegó Airbnb son escasos los negocios pequeños que siguen abiertos, la gente se ha ido porque la renta más barata está en $30 mil por mes

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▲ Las emblemáticas casonas y edificaciones antiguas aún son el sello de esta histórica colonia.Foto Yazmín Ortega Cortés
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▲ La parroquia de la Sagrada Familia.Foto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Domingo 13 de octubre de 2024, p. 25

La colonia Roma fue la primera en la Ciudad de México que desde su planeación tuvo calles pavimentadas y aceras establecidas, red de drenaje y agua potable; incluyó grandes bulevares arbolados y plazas con jardín, con lo que se buscaba ofrecer un concepto urbanístico estilo francés.

Sin embargo, residentes de la zona indicaron que hace 18 años empezó la presión inmobiliaria, lo que generó el desplazamiento de sus habitantes, el auge de condominios y la gentrificación.

El surgimiento de la Roma data de 1902, cuando los empresarios extranjeros Edward Walter Orrin, Edward Brown, el ingeniero Casius Clay Lamm y Lewis Lamm encabezaron el proyecto de la nueva colonia –pues ya existían la Juárez, Doctores y Guerrero– por medio de la compañía de Terrenos de la Calzada de Chapultepec, SA, relata el cronista Rodrigo Hidalgo.

Fue el mexicano Pedro Lascuráin –quien ocupó la Presidencia sólo por 45 minutos– el que decidió participar en la inversión con los extranjeros al aportar los terrenos conocidos como los potreros de la Romita, los cuales heredó de su padre.

A finales de ese año, las autoridades aprobaron el proyecto, lo que dio origen al fraccionamiento de la Roma, que aún conserva las casas más antiguas construidas en 1905 en la calle Flora, ubicada entre avenida Chapultepec y Puebla, diseñadas para personas con recursos económicos, aunque de menor capacidad de quienes habitaban la Juárez, y que al parecer podían realizar 20 pagos en 10 años.

Vivir en la colonia Roma era lo moderno en el Porfiriato, en ese tiempo todo se comparaba con Europa, aquí era la pequeña París, ya se tenía drenaje, banquetas y parques, ya no eran los viejos edificios de vecindades, comenta el cronista.

Sin embargo, la Revolución Mexicana frenó el desarrollo de la colonia, lo que explica que la construcción de la iglesia de la Sagrada Familia concluyera hasta 1925.

Por su antigüedad, esa zona de la ciudad aún conserva construcciones con ejemplos de todas las etapas de la arquitectura del siglo XX, como art déco, ecléctica y moderna o californiana.

Todavía permanecen las casas que fueron escenarios de películas como Una calle entre tú y yo, protagonizada por Evita Muñoz Chachita, ubicada en Córdoba, y de las más recientes Roma, de Alfonso Cuarón, en Tepeji.

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▲ La Plaza Río de JaneiroFoto José Antonio López

También se conservan las casas en las que vivieron los escritores José Emilio Pacheco y Fernando del Paso, la pintora Leonora Carrington y el cantante Guty Cárdenas, por mencionar algunos personajes.

El presidente de la Fundación Roma, Mario Rodríguez, sostiene que el sismo de 1985 provocó daños importantes y el deterioro de viviendas y establecimientos, aunque en la década de los noventa se recuperaron varios, como la Casa Lamm y el edificio Balmori.

Incluso en 2002, con motivo del centenario de la colonia, regresó a las calles el ambiente bohemio, pero cuatro años más tarde arrancó la proliferación de edificios y vivienda verticales, cuyos precios son tan elevados que resultan incosteables para la población con un salario promedio.

Por ejemplo, en las calles Monterrey, Puebla o Coahuila los departamentos cuestan entre 3 y 13 millones de pesos; en Chiapas, una casa de estilo porfiriano recién restaurada tiene un precio de venta de 54 millones de pesos.

En cuestión de rentas, la más barata en la zona es de alrededor de 30 mil pesos al mes, mientras las constructoras realizan obras detrás de la conservación de fachadas catalogadas, indica Rodríguez.

Lo que los expulsó no fue un sismo, sino las rentas caras. Te das cuenta que el de la tiendita ya no estaba, ahora es una cafetería. La tintorería era un restaurante. Los sastres se empezaron a ir, las papelerías también y ya son pocas las fonditas, puestos de barbacoa y hasta de quesadillas.

Precisamente en la avenida Álvaro Obregón aún hay una vieja tlapalería que da servicio desde 1932, la cual atiende Humberto Sermeño, quien dice que a base de trabajo y constancia el negocio sobrevive, aunque admite que sus hijos y nietos no seguirán atendiéndolo.

Agrega que desde hace cinco años la colonia Roma se ha vuelto cara, para vivir ya es difícil aquí, se ha encarecido desde que se puso de moda Airbnb.

Rodríguez llama a las autoridades, nuevos avecindados y residentes a no dejar en el olvido a la Roma, que en sus calles cuenta con el 10 por ciento de inmuebles catalogados del siglo XX por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.