La presidenta Claudia Sheinbaum consideró que este 12 de octubre, Día de la Hispanidad, sería un buen momento para que España inicie el proceso de disculpa pública a los pueblos originarios de México por los agravios cometidos durante la Conquista. A ver si se anima, sostuvo.

Durante la mañanera de ayer se transmitió un video con actos similares que han ofrecido gobernantes de distintos lugares del mundo. Ofrecer disculpas por crímenes de lesa humanidad es una responsabilidad histórica, una manera de buscar la reconciliación y superación de agravios del pasado. Con ello, se reconoce el derecho a la verdad y la dignidad que tienen los pueblos y grupos sociales, señala una voz en off.

El recuento empieza con Japón, que desde los años 90 ha ofrecido disculpas públicas por abusos cometidos en Corea y China.

Se menciona que en 2000, el entonces presidente de Alemania, Johannes Rau, pidió perdón ante el Parlamento israelí por los crímenes nazis en el Holocausto judío, y ocho años después, Italia se disculpó ante Libia y se comprometió a pagar 5 mil millones de dólares.

En 2010, Estados Unidos hizo lo propio por infectar deliberadamente con enfermedades venéreas a cientos de guatemaltecos. Tres años más tarde, Países Bajos se disculpó por las ejecuciones sumarias en Indonesia en la década de los 40.

Francia admitió en 2018 su responsabilidad por crímenes durante la guerra de independencia de Argelia y, tres años después, en Ruanda.

En 2020, el rey Felipe de Bélgica reconoció su profundo pesar por la violencia y crueldad ejercidas en el Congo, y ese mismo año, el rey Carlos III de Reino Unido pidió perdón por el asesinato de 11 mil personas durante la rebelión de los Mau Mau, en Kenia.

Este año, Portugal aceptó su responsabilidad en la esclavitud durante la época colonial y se recuerda que el Vaticano ha repudiado su paso colonial y los abusos a niñas y niños en escuelas católicas de Canadá. También, que Argentina, Australia, Estados Unidos, Chile, Noruega, Nueva Zelanda y El Salvador se han disculpado con sus pueblos originarios.

Concluye con México, cuyo gobierno ha pedido disculpas a los pueblos maya y yaqui, y a la comunidad china en el país por hechos de violencia y discriminación.