Jueves 10 de octubre de 2024, p. 15
El crecimiento de América Latina y el Caribe se desacelerará a 1.9 por ciento este año desde 2.1 por ciento registrado en 2023, antes de crecer otra vez en 2025, pronosticó ayer el Banco Mundial (BM), que advirtió en un informe que hasta ahora la región ha perdido la oportunidad de avance generada por los cambios globales en las cadenas de suministro.
La inversión pública y privada sigue siendo insuficiente, mientras la promesa de oportunidades de crecimiento derivadas del nearshoring no se ha cumplido. Las razones principales de ello siguen siendo el alto costo del capital, los bajos niveles de educación, la infraestructura deficiente y la inestabilidad social, indicó el Banco Mundial.
“A pesar del entusiasmo por el nearshoring, la inversión extranjera directa sigue estando por debajo de los niveles de hace 13 años en términos reales”, reportó.
Ajusta a 1.7% PIB de México
La estimación de crecimiento de 1.9 por ciento es mayor que las previsiones de 1.8 por ciento en junio y de 1.6 por ciento en abril. Sin embargo, se prevé que el crecimiento en las dos mayores economías de la región, Brasil y México, se desacelere a 2.8 y 1.7 por ciento, respectivamente, por debajo de las expansiones de 2.9 y 3.2 por ciento de 2023.
Argentina y Haití siguen siendo los únicos dos países de la región en los que se espera una contracción económica este año, antes de recuperarse de manera desigual y crecer en 2025.
Se estima que para el próximo año la economía de la región se acelerará a una tasa de crecimiento de 2.6 por ciento, un descenso respecto del pronóstico anterior del BM de 2.7 por ciento.
Según sus pronósticos, el crecimiento de 1.9 por ciento para este año y de 2.6 por ciento en 2025, representan básicamente los niveles de la década de 2010 y no es suficiente para reducir la pobreza o facilitar la movilidad social
, declaró William Maloney, economista jefe del BM para América Latina y el Caribe en una rueda de prensa.
Si bien América Latina y el Caribe está ganando la guerra a la inflación, su economía crecerá menos que las demás regiones del mundo. Además, la desigualdad sigue siendo muy alta en toda la región y los altos impuestos a la inversión productiva limitan el crecimiento, señaló el BM.
Lo anterior, junto con una escasez persistente de fondos gubernamentales, indica que un impuesto a la riqueza es una opción para aumentar los ingresos, según el informe, que advierte que es necesario gravar a los ricos de manera inteligente.