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Historias del Poder Judicial

Sentenciado a dos décadas de prisión

Con carpetas fabricadas en CDMX y Tlaxcala, joven lleva 4 años en la cárcel

Demostrar la inocencia de Óscar me ha quitado la salud y me quedé en la ruina, afirma su madre

 
Periódico La Jornada
Domingo 6 de octubre de 2024, p. 10

Mátenlo como a un perro y vamos a tirarlo al Bordo de Xochiaca, dijo Joselito Dávila Barranco al terminar de torturar a Óscar Mendoza Zárate, secuestrado por un grupo de más de 30 policías de la Ciudad de México, en la alcaldía Xochimilco.

Óscar, de 34 años, licenciado en gastronomía y comerciante, pensó que aquel 10 de agosto de 2020 iba a morir, porque sus captores, encabezados por el estríper Alexis Alfonso Neri Martínez, le exigían un millón de pesos, pero la búsqueda incansable de su madre, Mónica Zárate Páez, fue fundamental para que los policías de la CDMX Iván Antonio León Hernández y Jorge Luis Martínez Chávez lo presentaran ante la Fiscalía de Investigación Territorial de Xochimilco, bajo la carpeta de investigación CI-FIXOC/XO-2/UI-3C/D/00927/08-2020, por el supuesto delito de violencia familiar.

La fabricación de carpetas de investigación continúa siendo una práctica común en fiscalías de la República Mexicana en coordinación con el Poder Judicial, y Óscar se convirtió en una de las miles de víctimas encarceladas siendo inocentes, dice, en entrevista con La Jornada, su madre, quien lucha desde hace más de cuatro años por liberarlo.

Cuando empiezan a radiar a mi hijo porque yo ya andaba buscándolo, y como ya no pudieron terminar de matarlo e ir a tirarlo al Bordo de Xochiaca como querían mi nuera y su hermano, lo llevaron al Hospital de Balbuena, porque se les estaba muriendo. Luego, tuvieron que sacarlo y firmaron una carta responsiva, por eso cuando lo presentaron en la Fiscalía yo lo encontré gravemente herido.

Añade: “le rebanaron los dedos de los pies, le quisieron sacar un ojo, le cortaron en una pierna, en los brazos. Como yo lo reporté al 911, no les quedó de otra más que presentarlo en la Fiscalía de Xochimilco 2 y entonces lo acusan de violencia familiar.

“A mí me costó mucho trabajo que el (agente del) Ministerio Público Elisur José Bello Galicia y su jefa Mara Angélica Muñoz González me permitieran ver a mi hijo. Se estaba desangrando. El MP me dijo: ‘su hijo es un golpeador de mujeres y va a pagar por abusivo’.”

A pesar de los moretones y sus heridas con arma blanca y el rozón de una bala, el parte judicial, firmado por las médicos legistas María Dolores Suzawa Ríos y María Magdalena Tachiquín Sandoval, señala que son lesiones de las que tardan en sanar de 15 a menos de 60 días. El reporte incluye, además, la nota médica del Hospital Balbuena con folio 241677 y su salida del nosocomio a las 23:52 horas, pero dice que la firma de sus captores es ilegible: heridas cortantes potencialmente infectadas, luxación con reducción cerrada de codo izquierdo.

Su madre interpuso una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos Cometidos por Servidores Públicos contra los involucrados en el secuestro y tortura de su hijo, pero la carpeta de investigación CI-FIDCSP/B/UI-B-1C/D/01227/09-2020 nunca avanzó. Tampoco ha progresado la queja 122/XOCH/20/D4823 ante la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.

Largo calvario

Óscar fue finalmente internado en el Reclusorio Sur. Ahí se dio cuenta de que su ex pareja, Alejandrina Frankari Neri Martínez, y su cuñado Alfonso le tendieron una trampa para robarle la camioneta Dodge Durango color gris, con número de serie 1D4HD38N76F155064 y el millón de pesos que supuestamente tenía guardado en su casa.

Recordó que hace siete años, cuando llegó a vivir a Tlaxcala, conoció a su primer amigo, Alfonso Neri Martínez: Un día salieron de fiesta, él trabajaba de estríper y guardia de seguridad en el antro Tabú y ahí le presenta a su hermana, la trabajadora sexual y bailarina Alejandrina, dice Mónica.

Ahí se empiezan a relacionar y a salir. Mi hijo me dice que está enamorado de ella y yo, obviamente, no estoy de acuerdo con esa relación. Yo sabía que iba a terminar mal porque Alejandrina se dedica a la prostitución, consume alcohol y drogas, agrega.

La pareja decidió ir a vivir a Tepepan, Xochimilco, donde lo secuestraron: Los vecinos del fraccionamiento Marbella me informaron que fue mi nuera la que lo denunció; los policías secuestran a mi hijo enfrente de ella y su hermano. Tengo los videos de las cámaras donde se ve que mi hijo está en la azotea y desde abajo Alfonso Neri Martínez le dispara y se cae hacia la calle y queda mal herido, la bala le rozó. Ahí se le van encima todos y lo suben a una patrulla.

Añade: Mi nuera dijo a los policías que mi hijo era comerciante, él tenía un negocio de carnes frías, salchichonería, cremería y quesos y que además tenía un millón de pesos dentro de su casa y que si lo sacaban y lo torturaban se podían quedar con el dinero. Mi hijo sólo tenía 300 mil pesos en su casa.

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▲ Mendoza Zárate es licenciado en gastronomía y comerciante.Foto Sanjuana Martínez

Finalmente, Óscar fue trasladado al Reclusorio Sur, donde estuvo siete meses, hasta el 24 de marzo de 2021 cuando fue liberado: Le inventaron el delito, el proceso estuvo lleno de irregularidades, sin ninguna prueba de la supuesta violencia familiar. Fue una carpeta fabricada.

Sin embargo, cuando salió libre era esperado por un grupo de policías de Tlaxcala a la salida del reclusorio y fue nuevamente detenido, esta vez por el supuesto homicidio de Emiliano Dávila Contreras en 2019, amigo del cuñado e hijo de Joselito, quien torturó a Óscar cuando lo secuestraron.

Fue terrible, nadie nos decía por qué lo detuvieron. Contraté a un abogado y fue él quien averiguó que lo acusaban de homicidio calificado. Le fabricaron una carpeta sin pruebas, todas se fueron desechando en el juicio. No hubo ni una prueba que demostrara que mi hijo estuvo en el lugar, que trajera un arma ni mucho menos que hubiera asesinado al muchacho a quien por cierto ni conocía. Presentaron testigos falsos, con muchas contradicciones.

La perito Dulce Janet Hernández Padilla argumentó que encontró una mancha roja en el lugar: Ella dijo que recogió la muestra con un hisopo, pero que nunca le dieron los resultados del laboratorio y que a ciencia cierta no saben si era agua de jamaica o pintura roja, pero dieron por hecho que era sangre de la víctima y que mi hijo lo mató.

Mónica afirma que hay una mafia que controla el Poder Judicial y la fiscalía de Tlaxcala, con conocimiento de la gobernadora morenista Lorena Cuéllar Cisneros, que les permite operar a pesar de que existen miles de inocentes en las cárceles del estado: Tengo miedo por mi seguridad y la de mi hijo. Son muchos casos como el nuestro.

En el Cereso, Óscar ha sufrido dos atentados: Lo golpearon dos veces. Los custodios y comandantes estuvieron involucrados. Ellos abrieron todos los filtros a varios internos para que entraran a su celda y de sorpresa lo golpearon. Lo dejaron muy mal herido. Él corre peligro, al igual que nosotros.

Sentencia ilegal

El juicio contra Óscar se inició apenas hace un año y hace 15 días lo sentenciaron a 20 años. Su madre denuncia que se violó el debido proceso y que todo el juicio estuvo viciado con testigos falsos y sin pruebas.

Yo no conocía al muchacho que mataron, ni mi hijo, pero determinaron con un acta de nacimiento que existió y con un acta de defunción que murió, pero no sabemos cuándo, cómo y por qué. El supuesto levantamiento del cadáver fue en el Hospital Humanitas, no en el lugar donde dicen que fue asesinado.

Comenta que el abogado de Joselito –padre del occiso–, se dedica a cobrar piso en los giros negros y menciona un lugar de los hechos que es en la casa de uno de los testigos, Eduardo Hernández Hernández, donde había una fiesta.

El papá es matón a sueldo, ha matado a mucha gente y tiene muchas conexiones en el aparato de justicia. El testigo dice que Alfonso, el cuñado de mi hijo, le dijo que Óscar mató a Emiliano. Es un testigo de oídas. No le constan los hechos. Hay muchas irregularidades. Nunca se encontró ningún indicio de que ahí hubiera muerto una persona, no hubo sangre, ni casquillos, ni pólvora. Tampoco existe ningún indicio de que mi hijo Óscar estuvo ahí, ninguna arma. No hay nada científicamente comprobado que demuestre que murió en ese lugar.

A pesar de todas las irregularidades, las juezas del tribunal de Tlaxcala Aída Báez Huerta, Olivia Mendieta Cuapio y Rossana Rubio Marcheti lo sentenciaron a 20 años: Sin pruebas. Le dieron validez a los falsos testigos. Las mismas juezas le llamaron a mi abogado para decirle que me pidieran de favor que me desistiera de la audiencia de lectura, ya que ellas lo sentenciaron, pero sin pruebas, y que ya no sabían cómo justificar lo que hicieron. A la jueza Aída me la encontré en una camioneta hablando con el papá de la víctima. Imagínese, están todos de acuerdo.

Presentó también una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de Tlaxcala y los visitadores le dijeron a su hijo que se desistiera, porque si no le iba a ir peor en el penal.

Los abogados de Óscar presentaron el pasado 4 de octubre el recurso de apelación. Mónica dice que se encuentra destrozada emocionalmente y también de manera económica por todo lo que ha gastado: Este caso representa la falsedad de las personas que están a cargo de impartir justicia. Llevo años demostrando la inocencia de mi hijo. Me ha llevado la vida, la salud y me he quedado en la ruina económica.

Llorando concluye: No creo en la justicia, ahorita existe mucha corrupción. La fiscalía, los ministerios públicos, los peritos, los jueces, todos son una mafia, todos están de acuerdo para fabricar carpetas.