Domingo 6 de octubre de 2024, p. 8
El productor mexicano Jorge Sánchez hizo llegar una carta a esta redacción donde analiza el fenómeno que resultó la transmisión de la final de La casa de los famosos en alrededor de 250 salas cinematográficas, que según datos de ComScore, convocó a 30 mil asistentes y dejaron una taquilla de casi 2 millones de pesos, superando en una sola exhibición el boletaje de varios estrenos de películas mexicanas. Sánchez menciona en su misiva: “Creo firmemente que debemos revisar y modificar la Ley Federal de Cinematografía, y no sólo eso, sino que debemos refundar las bases industriales del cine nacional, para que éste sea una verdadera industria; es decir, que los públicos que componen al ‘público de cine mexicano’ se vean recompensados, sea espiritualmente (no encuentro otra palabra o concepto que ilustre mi intención) o pragmáticamente, esto es divirtiendo o entreteniendo”.
El titular del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) en el sexenio 2012-2018, consideró: creo que las leyes son en principio para cumplirlas, y en caso de que sean inoperantes, modificarlas, y en el artículo 19 de la Ley Federal de Cinematografía, se establece que los exhibidores tienen la obligación de exponer 10 por ciento de cine mexicano. Teniendo en cuenta el desarrollo de nuevas formas de consumo, díganse plataformas digitales u otras modalidades, y lo que esto ha supuesto para el sector de la exhibición
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El ex director del Festival Internacional de Cine de Guadalajara agregó que después de leer una nota sobre el éxito alcanzado por el reality show: “No pude evitar recordar hace algunos años, una situación en la que estuvo involucrada María Cristina García Cepeda, entonces secretaria de Cultura, y Alejandro Ramírez, dueño o socio principal de la cadena Cinépolis. En dicha reunión, Alejandro expuso que Cinépolis sobrecumplía lo establecido en la ley, pues ‘estrenaban 13.65 por ciento de películas mexicanas anualmente’, y si éstas ‘no permanecían en cartelera era por que no eran de interés para los espectadores’. Obvio que yo reaccioné diciendo que era una visión ‘errada’ del espíritu de la Ley Federal de Cinematografía, pues para mí era una demostración implícita del Estado para la protección del cine nacional. No les aburriré remontándome a las discusiones y largas estadías en la Cámara de Diputados en 1998, cuando encabezados por María Rojo, discutíamos una posible iniciativa de nueva ley cinematográfica que terminó haciéndose realidad cuando se expidió el reglamento”.
Jorge Sánchez criticó duramente la declaración de Armando Casas, titular de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (Amacc), que hizo sobre la exhibición de La casa de los famosos, en las salas de cine: “Da vergüenza la intervención (una vez más) de nuestro presidente de la Amacc, justificando al sector de exhibición (léase Cinépolis y Cinemex, cuya composición no viene al caso analizar, simplemente decir que su dueño o principal socio es el segundo hombre más rico del país, y que componen 96 por ciento del sector exhibición en el país), pues Casas califica como un ‘negocio exitoso’, y yo me pregunto ¿a costa de quien?”.
Finalmente el productor reflexionó: también es notoria la carencia de presupuestos adecuados para la televisión pública, que debería ser una institución que coadyuve para el desarrollo del cine nacional, sea coproduciendo o precomprando los derechos para emitir las películas nacionales y nos encontramos con que el ex patiño de Paco Stanley, reciba porras y ovaciones emanadas del público de Cinépolis y Cinemex
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