Durante el sexenio que concluyó este lunes, inversionistas extranjeros vendieron posiciones por 299 mil 623 millones de pesos en bonos respaldados por el gobierno federal, revelan datos del Banco de México (BdeM).

En diciembre de 2018, al inicio de la administración que recién terminó, inversionistas foráneos tenían en sus manos bonos gubernamentales por un valor de 2 billones 129 mil 768 millones de pesos, mientras ahora poseen un billón 830 mil 144 millones de pesos.

Lo anterior significa que en casi seis años, la inversión en deuda mexicana por parte de extranjeros se redujo en aproximadamente 14 por ciento.

La tenencia de residentes en el extranjero es un indicador del BdeM que muestra el nivel de inversión en manos de inversionistas foráneos, los cuales adquieren deuda nacional por medio de instrumentos como Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes), Bonos de Desarrollo del Gobierno Federal (Bondes) y Udibonos, entre otros.

Durante los primeros años de gobierno, debido a una combinación de factores que incluyó la pandemia e incertidumbre local propiciada por políticas del gobierno, se registraron fuertes salidas de capitales foráneos; sin embargo, en la parte final del sexenio, con el apoyo de mejores tasas de interés, los flujos se estabilizaron y comenzaron a aumentar.

De acuerdo con datos del banco central, en 2019, primer año del mandato de Andrés Manuel López Obrador, el monto de deuda en manos de extranjeros subió sólo 325 millones de dólares al alcanzar un nivel de 2 billones 130 mil 93 millones de pesos.

No obstante, para el cierre de 2020, año de la pandemia de covid-19, se registró una fuerte salida de capitales debido a que inversionistas foráneos liquidaron bonos del gobierno por un valor de 241 mil 189 millones de pesos, los capitales salieron de mercados emergentes hacia otros más desarrollados, señalaron especialistas.

En 2021 la salida continuó con un nuevo flujo negativo que ascendió a 251 mil 729 millones de pesos para colocarse en un billón 637 mil 174 millones de pesos. En ese momento, la aversión al riesgo en países emergentes a causa de nuevos brotes de la pandemia, así como el inicio de la escalada inflacionaria, fueron los principales factores.

Para 2022 la racha negativa se rompió con una entrada de 64 mil 882 millones de pesos para alcanzar un billón 702 mil 57 millones de pesos y en 2023 se sumaron otros 86 mil 875 millones de pesos para llevar el nivel de los bonos del gobierno en manos de extranjeros a un nivel de un billón 788 mil 933 millones de pesos.

Los factores que terminaron con la racha negativa fueron el control de la pandemia, los flujos históricos de remesas, la apreciación del tipo de cambio y el aumento a la tasa de referencia del BdeM, que llegó a un nivel sin precedente de casi 12 por ciento.