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En la calle la protesta, en el aula la propuesta
L

a Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) lleva 44 años en lucha incesante, enfrentando reformas educativas neoliberales privatizadoras de la educación pública en México. Su papel ha sido la defensa de los derechos, mejorar las condiciones laborales, avanzar autónomamente en proyectos educativos y enfrentar las prácticas corporativas del charrismo sindical.

La CNTE sintetizó cinco líneas de formación del sujeto crítico, histórico y social, construyendo aprendizajes críticos y saberes territoriales. Cada una responde a problemas complejos y actuales: 1) territorio y madre naturaleza; 2) lengua de los pueblos; 3) sociedad e historia crítica; 4) economía y trabajo productivo, y 5) cultura popular.

Las orientaciones pedagógicas de la propuesta educativa emancipadora en la Ciudad de México se han ­construido con las ideas y experiencias que el movimiento democrático magisterial ha puesto en práctica en escuelas de educación básica; retomando ideas del pensamiento de Manuel Pérez Rocha, educador mexicano, entre otros.

Fomentar la escritura y la lectura. La alfabetización universal entendida como la incorporación de la lectura y la escritura en la vida cotidiana. ­Impulsar la escuela, como espacio de expresión libre, donde los estudiantes tomen decisiones; no de silencio impuesto. Las escuelas son espacios para la libre expresión y la argumentación del conocimiento en todas las formas posibles, sean éstas escritas, orales o artísticas.

Promover una pedagogía de la pregunta y la discusión. El predominio de la educación como lección y clase, inhibe el diálogo tan necesario para la construcción de saberes y conocimientos. La pregunta es principio ineludible del aprendizaje; preguntarse provoca e invita a la discusión y a la indagación. Promover acuerdos de convivencia colectivos y la cooperación, excluyendo la competencia y la rivalidad, características en la escuela tradicional dominante, donde por medio de concursos, torneos, rankings, diplomas, medallas, etcétera; inicia el adoctrinamiento en la ideología de la competitividad. Es inaplazable remplazarla, e instaurar a la cooperación como principio de relación.

Reconocer el error como vía de aprendizaje, en vez de castigarlo. Las pruebas estandarizadas y la calificación numérica han resaltado aspectos negativos de los errores, quien se equivoca no aprendió, se le clasifica, excluye e incluso reprueba, ignorando el error como ocasión de aprendizaje. Poner en el centro de la motivación de los estudiantes los valores de uso del conocimiento, no los valores de cambio. Cuando el conocimiento se dispone para el bien común, contrario a la lógica capitalista que busca la rentabilidad del mismo, se recurre al interés de los educandos y las comunidades de aprendizaje, para resolver problemas y satisfacer necesidades individuales, colectivas o sociales.

Eliminar la confusión injusta de logros por méritos, propiciando la equidad. Es indispensable que en las escuelas se trabaje un nuevo sentido común sustentado en la equidad, evitando toda discriminación con calificaciones, premios, castigos, concursos y humillaciones. Fortalecer la literatura y las humanidades por sus valores estéticos, éticos, históricos y sociales, no por su utilidad instrumental; así como la historia por la riqueza que aporta al conocimiento. Los sistemas educativos deben proporcionar a todos una sólida formación, de base humanística, científica y crítica; para que seamos capaces de desarrollar un sentido ético, estético, social, histórico y personal de lo que somos; alimentando voluntad, carácter, virtud y sabiduría para dar sustento a lo que hacemos. Impulsar múltiples formas de apropiación y recreación cultural y artística en las y los estudiantes. Se propone la realización de talleres artísticos y tecnológicos para la formación integral de niños y jóvenes; visitas a museos, centros culturales y artísticos; donde las escuelas vivan múltiples expresiones artísticas a través del teatro, danza, música y narración convirtiéndose en centros de cultura y arte.

Desarrollar el pensamiento matemático a través del juego y materiales concretos antes de llegar a la abstracción. El aprendizaje de las matemáticas en prescolar y en primaria se da prioritariamente mediante el juego. Un principio clave es que al enseñar matemáticas se cubran las tres fases: concreta, gráfica y abstracta.

Hoy está a debate la Nueva Escuela Mexicana que el gobierno impone argumentando una reforma educativa que busca, desde arriba, transformar la educación, señalando que se fundamenta en las pedagogías críticas del sur. El cambio no será por decreto, si no lo asumen los docentes.

Nuestra tarea es tender puentes entre las pedagogías que construimos cotidianamente en las aulas, con la reflexión de la academia, de los centros de investigación y de los espacios ­colectivos de construcción. Entender que no hay contradicción entre la militancia sindical de lucha y resistencia y educar para pensar y no obedecer; recordemos que los maestros luchando, también están enseñando. La movilización también es pedagógica, de las aulas a las calles y de la protesta a la propuesta.

Construyamos una pedagogía del movimiento y un movimiento pedagógico de la emancipación, aportemos los referentes teóricos y concretos para la reflexión profunda de nuestra práctica educadora; la innovación sin un horizonte de lucha reduce la transformación educativa a la utilización de métodos para cumplir los estándares de aprendizaje del sistema sin fomentar, construir ni aportar a la liberación del pueblo.

* Secretario general de la sección 9 democrática SNTE-CNTE