México se encuentra a la mitad del ranking de crecimiento económico entre los países integrantes de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y por debajo de la expansión del producto interno bruto (PIB) del mundo y del G-7, cuyo nivel es de 3.2 por ciento en ambos casos.

Lo anterior, según el documento Perspectivas económicas de la OCDE, informe provisional de septiembre de 2024. 

El G-7 se conforma por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido

En 2024, el PIB de México habrá crecido 1.4 por ciento, lo que coloca al país en la décima posición de la lista que encabezan India, Indonesia y China, cuyo crecimiento será de 6.7, 5.1 y 4.9 por ciento, respectivamente. Por arriba de México se encuentran Corea, Estados Unidos y España, con una expansión de 2.5, 2.6 y 2.8 por ciento, para cada caso.

En Brasil, la proyección es de 2.9 por ciento y de 1.1 por ciento para Canadá, mientras los únicos dos países que presentan contracción de su economía son: Argentina (-0.4 por ciento) y Japón (-0.1 por ciento). 

Raúl Feliz, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), destacó que el consenso de crecimiento económico para México en 2024 es de 1.5 por ciento del PIB.

Es factible 1.4 por ciento, pero es la parte baja del rango, en lo que resta del año cualquier revisión será hacia menos crecimiento. Para 2025 la proyección de la OCDE es de 1.2 por ciento; está en el rango de lo que esperamos, incluso puede ser menor, comentó.

Riesgos hay muchos: un nuevo gobierno, la desaceleración en Estados Unidos y la crisis política, que no sabemos cómo va a impactar en lo económico, agregó.

Aseguró que la economía mexicana por la naturaleza de sus ciclos se ha desacelerado desde el cuarto trimestre de 2023 y que la crisis política está agravando esa situación.

La OCDE proyecta que el crecimiento de 2025 de la economía mexicana sea 1.2 por ciento, con la actual desaceleración de la demanda interna que podría persistir hasta el próximo año. 

Respecto a la economía mundial, la OCDE destacó que se mantuvo resistente en el primer semestre de 2024 y la inflación siguió moderándose, lo cual podría continuar gracias a las caídas en los precios del petróleo.

Se prevé que las tendencias continúen hasta 2025, con un crecimiento mundial estabilizándose a un ritmo moderado y una inflación que regrese al objetivo en la mayoría de los países para finales de 2025, se menciona en el reporte.

No obstante, la OCDE comunicó que la economía mundial podría desacelerarse más allá de lo esperado a medida que los mercados laborales se enfríen. Por el lado positivo, la recuperación de los ingresos reales podría dar un impulso más fuerte a la confianza y el gasto de los consumidores. 

La OCDE manifestó que es fundamental realizar mayores esfuerzos para contener el gasto y aumentar los ingresos bajo metas creíbles a mediano plazo, para garantizar que la carga de la deuda se estabilice.

Se necesitan medidas fiscales decisivas para garantizar la sostenibilidad de la deuda, preservar el margen de maniobra de los gobiernos para reaccionar a futuras crisis y generar recursos que ayuden a hacer frente a futuras presiones de gasto, expuso.