Gasta más que en infraestructura pública o servicios sociales, dice
Lunes 30 de septiembre de 2024, p. 25
Antes de la pandemia, México gastaba alrededor de 10 por ciento de sus ingresos en pago de intereses de deuda y el año pasado, con el choque de las tasas de interés, el aumento de la inflación, y el impacto de la política monetaria en Estados Unidos, el gobierno consumió 15 por ciento de sus ingresos para pago de intereses, destacó en entrevista Renzo Merino, vicepresidente y analista sénior del Grupo de Riesgo Soberano de Moody’s.
Esto implica que el gobierno debe avocar más de sus ingresos para pagar la deuda, que en infraestructura pública, en servicios sociales
, destacó.
A nivel global, los países que tienen una categoría similar a México, de Baa, gastan entre 8 y 9 por ciento de sus ingresos en el pago de intereses. El país tiene actualmente una calificación de riesgo crediticio por parte de Moody’s de Baa2, con perspectiva estable.
Ocurre sobre todo en países emergentes en América Latina y también algunos en Asia, que tienen bases tributarias más llenas, que los intereses consumen más que los ingresos
, comentó el especialista.
En Panamá, el año pasado los intereses consumieron 14 por ciento los ingresos y se espera que en 2024 suban a 16 por ciento. En Indonesia, que tiene la misma calificación que México, históricamente ha gastado más del 16 por ciento.
El caso extremo es el de India que tiene una calificación por debajo del peldaño de la de México, cuyo pago de intereses de la deuda consume 25 por ciento de sus ingresos.
Lo que nos preocupa es que se segmente una tendencia de deterioro en los próximos años que conlleve a que el gobierno mexicano pierda flexibilidad por el lado fiscal para reducir el déficit y atender las otras necesidades que tiene el país tanto sociales como de infraestructura.
En 2023, la carga de la deuda del gobierno representó 40 por ciento del PIB y Moody’s espera que supere 45 por ciento a finales de 2025, lo que dependerá de cómo varíen los pronósticos de crecimiento económico, el tipo de cambio y otras variables.
A estos niveles, México se compara favorablemente con países que tienen misma calificación, ya que en promedio tienen una carga de la deuda que representa 58 por ciento del PIB y que se está aproximando a 60 por ciento
, detalló Renzo Merino.
Sin embargo, hay otros riesgos; que no haya suficiente concentración fiscal en los próximos años; la deuda de Petróleos Mexicanos y la estrategia del gobierno para atender esa complicación.
Esos son temas que pueden afectar más allá de nuestras expectativas actuales, el nivel de deuda de gobierno respecto al PIB.
Comentó que la calificación de riesgo soberano de México dependerá de manera importante de la respuesta de política económica de la próxima administración para afrontar el bajo crecimiento y los desafíos fiscales.
Creemos que en la medida que reduzcan algunos gastos que se incrementaron en el 2024, podría ayudar a un ajuste (reducción) en el déficit fiscal
, concluyó.