El Palacio de Bellas Artes, el espacio cultural más importante de México, celebra 90 años con una exposición que da cuenta de la historia de su construcción y desarrollo como foro artístico, mediante documentos, fotografías, videos y vestigios arqueológicos que se encontraron durante las excavaciones para la cimentación del entonces Nuevo Teatro Nacional.

La muestra 90 años, Palacio de Bellas Artes: Memoria de arte y arquitectura, que se exhibe en el Museo Nacional de Arquitectura, en la Sala Internacional y el Rincón del Tiempo, del recinto cultural, fue inaugurada el miércoles por Dolores Martínez Orralde, subdirectora de Patrimonio Artístico Inmueble del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), y Héctor Romero, subdirector general del Inbal, en representación de Lucina Jiménez, titular de esa institución.

A lo largo de nueve décadas, las paredes de nuestro Palacio de Bellas Artes han sido testigos fieles de las más grandes manifestaciones artísticas nacionales y extranjeras de ópera, música, danza, ballet y teatro, entre muchas otras; también, sus salas han visto exposiciones de los artistas plásticos más reconocidos en el mundo, expresó Dolores Martínez.

Destacó que el inmueble, declarado patrimonio artístico de la nación, sigue representando una de las construcciones más significativas de la arquitectura nacional. Su grandeza constructiva y estética permite seguir profundizando, permanentemente en su estructura, en su estudio y contemplación inabarcable, como el monumento arquitectónico más importante del referente urbano y cultural del país.

La funcionaria recordó que “el Palacio de Bellas Artes fue inaugurado el 29 de septiembre de 1934, pero son 30 años de historia más, porque empezó su construcción a finales de 1903. El nuevo Teatro Nacional, como se le conocía entonces, formaba parte de las obras que conmemorarían en 1910 el el centenario de la gesta por la Independencia.

Aquella obra fue encargada al arquitecto italiano Adamo Boari, quien colaboró de manera conjunta con el ingeniero mexicano Gonzalo Garita, que se encargó de la cimentación.

La exhibición es un recuento de lo que ha acontecido en los muros del recinto.

El Rincón del Tiempo da cuenta de hallazgos realizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que han permitido conocer más sobre el espacio que hoy ocupa el palacio.

Entre las 161 piezas que se exhiben por primera vez hay platos, ollas, jarras, cajetes, malacates, molcajetes, copas, fragmentos de braseros, sellos, figurillas zoomorfas y antropomorfas, así como la escultura del hombre viejo y la vasija de piedra Cuauhxicalli de Quetzalcóatl.

En la Sala Internacional, el público encontrará documentos históricos relacionados con algunos espectáculos artísticos, como los programas de mano del año en que se inauguró el recinto, así como fotografías de los artistas que pisaron ese escenario, entre ellos María Callas, Irma González, Giuseppe di Stefano, Plácido Domingo y Luciano Pavarotti; en danza, Guillermo Arriaga, Ana Mérida y Amalia Hernández.

También se presentan los vestuario y escenografía de obras diseñados por Julio Prieto, Lola Cueto y Agustín Lazo, entre otros.

Finalmente, en el Museo Nacional de Arquitectura se muestran fotografías captadas por Lorena Alcaraz Minor y Bernardo Arcos Mijailidis sobre los detalles artísticos de interiores y exteriores del inmueble.

A su vez, se exponen imágenes del telón de cristal con vista del valle de México, elaborado por la casa Tiffany, de Nueva York.

Destaca en esta parte de la exhibición una enorme maqueta que permite ver a detalle la construcción del recinto.

La exhibición 90 años, Palacio de Bellas Artes: Memoria de arte y arquitectura, que se exhibe en el recinto ubicado en avenida Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas, permanecerá abierta al público hasta marzo del año entrante.