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Felipe, persona non grata // No más oro por espejitos // Fuera racismo y soberbia

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▲ Es importante aclarar que estas diferencias no se tienen con el pueblo español, estamos hablando de diferencias con la monarquía, explicó ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador.Foto Presidencia
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on profunda La Jornadatristeza, cabizbajo y desconsolado, el pueblo mexicano se ha enterado que quien dice ser rey de España por obra y gracia de Franco, Felipillo VI, no vendrá a México a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, y no lo hará por una sencilla, pero poderosa razón: nadie lo invitó. Él tiene todo el tiempo libre del mundo, dado que, como monarca–al que nadie eligió–, no hace nada salvo cortar listones, jugar a los soldaditos y hacer negocios propios o a nombre de sus trasnacionales (como su padre), pero como no fue requerido hizo berrinche y envió a su mandadero, Pedro Sánchez, disfrazado de dirigente socialista, a declarar, junto con el partido de la derecha, que es inaceptable la exclusión del susodicho de la citada ceremonia, como si en realidad su presencia hiciera falta. Qué calamidad, con lo entusiasmado que estaba.

¿Y por qué no lo invitaron? Sencillo: como país, necesitamos respeto de parte del Felipillo. Eso es todo, dijo la presidenta Sheinbaum. Además, porque no respondió, como habría correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales, a la carta que le envió de manera personal el presidente López Obrador el 1º de marzo de 2019, donde le solicitó que su país pida perdón por los agravios cometidos a los pueblos indígenas ( La Jornada, Alma Muñoz). En síntesis, España no agravió a AMLO; agravió al pueblo de México.

Titular del Poder Ejecutivo a partir del próximo martes, subrayó que para su gobierno el reconocimiento de los pueblos indígenas es fundamental para continuar avanzando en la transformación de nuestra vida pública, pues es ahí donde se encuentra la grandeza cultural de México; la relación entre ambos países se beneficiaría con una renovada perspectiva histórica, acorde al desarrollo de nuestros pueblos y en la que el reconocimiento cabal a nuestras identidades sea el eje de una relación respetuosa, sólida y fructífera (ídem).

En marzo de 2019, el presidente López Obrador confirmó públicamente que envió cartas al tal Felipillo y al papa Francisco para iniciar un proceso de reconciliación rumbo a los 500 años de la conquista de Tenochtitlán a partir de que se pida perdón; que se haga una revisión histórica, sobre todo que se reconozcan los agravios que se cometieron y sufrieron los pueblos originarios; que la corona española haga este reconocimiento y lo mismo la Iglesia católica, porque no se trató sólo del encuentro entre dos culturas. Fue una invasión y se cometieron actos de avasallamiento, se asesinaron a miles durante todo este periodo; aunque se niegue, hay heridas abiertas. Es mejor reconocer que hubo errores.

Pero el tal Felipe estaba muy ocupado jugando a las colonias, y no contestó (lo que sí hizo el papa Francisco), pero sí tuvo tiempo para filtrar a la prensa la citada carta, dijo ayer López Obrador. Es importante también aclarar que estas diferencias con el gobierno de España no se tienen con el pueblo español, estamos hablando de diferencias con la monarquía española, a la que se le solicitó, se le pidió, de manera respetuosa, que ofrecieran una disculpa a los pueblos originarios, a los pueblos indígenas de México por las atrocidades cometidas durante la invasión europea a nuestro país, y no hubo respuesta; pero no sólo no hubo respuesta, sino que filtraron la carta y desataron toda una campaña en contra de nosotros, del gobierno de México. Debe cambiar esa postura prepotente y contar ya la historia de otra manera a las nuevas generaciones de españoles, hacer a un lado el racismo, la prepotencias, la arrogancia.

El tal Felipe recién cumplió una década en la beca … perdón en el puesto, y junto con los gobiernos de izquierda y derecha se ha dedicado a proteger a buena parte de la escoria política mexicana (Salinas, Calderón, Peña Nieto), y es la cara visible de una monarquía corrupta e hija de Franco. Pero todavía hace berrinche.

Entonces, como dicen en su tierra, que al rey le den por culo.

Las rebanadas del pastel

Luisa María Alcalde es resultona y efectiva: desde el pasado 3 de septiembre a la Secretaría de Gobernación le cancelan, progresivamente, el servicio de Internet ¡por falta de pago! Adeuda cerca de 64 millones desde enero de 2024, lo que entorpece en grado sumo la entrega-recepción por el cambio de gobierno. Mientras, la susodicha se placea por su nuevo hueso.

X, antes Twitter: @cafevega