En la ciudad, caos por doquier
n el último año el deterioro de la ciudad se ha hecho evidente.
La situación de las calles y la propaganda por todos lados de la figura de Martí Batres muestran las prioridades del gobierno actual. No queremos decir que los hoyos en las calles sean responsabilidad de Batres, a él no le corresponde la tarea.
No obstante, para la mayoría los problemas de la ciudad tienen que ver con el gobierno central, lo que va en detrimento del proyecto al que se debe la administración actual, sobre todo cuando a cada esquina la gente se topa con la fotografía del jefe de Gobierno.
Y es que la gente hace cuentas y resulta evidente que mientras los dineros de los impuestos se reflejan en la propaganda para mostrar a Martí Batres, los hoyos se vuelven cada vez más grandes y más profundos.
Pero los problemas no se acaban en el asfalto desecho. Hay, por ejemplo, una falla cada vez más evidente en los semáforos. Alguna de sus luces, o todas ellas, permanece apagada, lo que hace aún más difícil la muy difícil circulación vehicular en calles y avenidas.
Desde el gobierno central debería existir algún método que obligue a los alcaldes a no permitir el deterioro de la ciudad en su conjunto.
El descontento por la falta de agua en muchas colonias ha salido también a las calles. Las protestas son continuas. Los bloqueos en las arterias principales se dan día a día y se suman a la cadena de problemas que no tienen solución ni por parte de las alcaldías ni por el gobierno de Batres.
Según las cifras dadas a conocer, en el último año las calles de la ciudad vieron desfilar a 112 grupos en protesta por problemas tanto de la ciudad como federales por día.
La cifra es aterradora, y aunque no se precisó cuántas de esas protestas son por problemas en la ciudad, habría que decir que los organismos de la capital encargados de atender a los manifestantes no lograron conciliar las demandas.
En fin, el asunto es que es urgente echarle una mano a la ciudad, sobre todo ahora que se ha convertido en muchas de sus partes en polos de atracción para turistas y para gente que viene a hacer trabajo desde casa
, en un lugar que les hace ahorrar bastantes dólares.
De todas formas, la próxima administración tendrá por delante la difícil tarea de recomponer la ciudad en varios, que digo varios, en muchos sentidos.
La Ciudad de México no aguanta más tiempo en el descuido, los problemas avanzan cuando no se les atiende desde el principio y sin lugar a dudas los que hemos descrito se han agudizado y afectan cada vez más a los habitantes de la capital de México.
De pasadita
Al siguiente día será 2, y el 2 de Octubre no se olvida.
Y a la que menos se le olvida es a la próxima Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien seguramente habrá de tener algo preparado para ese día, que será el segundo de su mandato, pero el primero de trabajo pleno para que se recuerde en toda su magnitud.
Así pues, el 2 de octubre tendrá para la Presidenta un doble significado. La agenda deberá estar muy bien cuidada y el mensaje que probablemente lance a la población será para no olvidar el dolor del pasado y para mirar hacia un futuro mejor para todos. De eso se va a encargar ella.
Así pues, ese segundo día de gobierno habrá de pesar, y mucho, en la historia de la primera mujer presidenta, como pesa en la historia del país, pero en sentido contrario. ¿Quién lo iba a imaginar en aquellos tiempos?
