Washington. El presidente estadunidense, Joe Biden, rompió ayer el silencio sobre la crisis en Líbano y aseguró estar trabajando para el retorno de las poblaciones desplazadas en ambos lados de la frontera, a causa de los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah.

Biden aseguró que pretende garantizar que las poblaciones del norte de Israel y del sur del Líbano puedan regresar a sus hogares, además, indicó que sus equipos están trabando en ello con la comunidad de inteligencia”.

Por su parte, el gobierno español condenó el reciente bombardeo de Israel sobre Beirut, así como los ataques de Hezbollah, y llamó a la contención entre las partes.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de España emitió un comunicado en el que indicó que el cruce de ataques causa víctimas inocentes y amenaza gravemente la estabilidad de la región y la paz y la seguridad internacionales.

Mientras, Rusia calificó ayer de nuevo método terrorista los recientes ataques con dispositivos buscapersonas o bípers contra Líbano y Siria, donde miles resultaron heridos, al tiempo que la cancillería iraní condenó el brutal y malicioso atentado del que responsabiliza a Israel.

El vocero de la cancillería de Irán, Naser Kanani, aseguró que no hay duda de que el régimen sionista, contrariamente a la abrumadora opinión de la mayoría de los gobiernos y naciones del mundo sobre la necesidad de establecer un alto el fuego, busca intensificar las tensiones.

Objetos inofensivos de uso común, nuevas armas

En tanto, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, declaró ayer ante el Consejo de Seguridad que el derecho internacional prohíbe el uso de artefactos explosivos que parezcan objetos inofensivos, lo que podría constituir un crimen de guerra, sugirió.

Es un crimen de guerra cometer actos de violencia destinados a sembrar el terror entre la población civil, añadió Türk en una reunión a la cual convocó Argelia, luego de que estallaran los dispositivos electrónicos de comunicación del grupo islamita Hezbollah en Líbano y Siria.

Los pasados días 17 y 18 se produjeron explosiones masivas y súbitas de aparatos de comunicación, que dejaron más de 37 muertos y casi 3 mil heridos, según los datos oficiales, que recogió la agencia informativa Sputnik.