Coatl, escultura monumental de las ceramistas Rocío Sagaón (1933-2015) y Laura Navarro, ubicada en el parque Natura, en Xalapa, Veracruz, fue destruida y usada como relleno por una empresa, contratada por el gobierno que encabeza Cuitláhuac García Jiménez, para desarrollar el proyecto Naturalia, refugio para vida silvestre, que se instalará dentro del bosque urbano.

El acto, considerado por la comunidad artística de Xalapa vandalismo institucional, tuvo lugar la tarde del 6 de septiembre, cuando trabajadores de la constructora Proveedora y Servicios Dalias SA de CV emplearon una grúa para mover la escultura, pero en el proceso la rompieron. Después, con ayuda de un remolque, llevaron los restos hasta el sitio donde construían un muro de contención y los usaron para nivelar una cuneta.

“El ingeniero nos dijo: ‘aquí abajo, en esa zanja está la Coatl’; nos asomamos y no podíamos creerlo, no veíamos más que tierra y dos trozos grandes de cemento, que según nos explicó, eran parte de un deslave que hubo después de que metieron ahí los restos de la serpiente como escombro”, dijo Djahel Vinaver, hija de Rocío Sagaón.

En entrevista con La Jornada, la también ceramista lamentó que 12 días después de este episodio aberrante, las autoridades sólo han dado explicaciones incompletas sobre la demolición de la obra y propuestas aspirinas con el fin de apaciguar la indignación en el círculo cultural.

Un lugar especial

La escultura fue construida por Sagaón y Navarro en el contexto del Simposio Internacional de Cerámica Escultórica Monumental, realizado en Xalapa, Veracruz, en 2007. En aquel encuentro participaron artistas de la talla de Gustavo Pérez, uno de los ceramistas contemporáneos más importantes de México; Nina Hole (1941-2016), fundadora del CLAY, Museo de Arte Cerámica de Dinamarca, y Priscilla Mouritzen, quien ha expuesto en Europa.

El encuentro tuvo como objetivo construir 10 piezas que serían donadas a la ciudad para el goce de los xalapeños, que las pudieran admirar, fueran puntos de reunión, enriquecieran la ciudad y fueron cuidadas entre todos, indicó Elsa Naveda, organizadora del simposio.

En el caso de la serpiente emplumada, Vinaver contó que cuando su madre la diseñó, “se propuso crear una pieza que fuera interactiva, que los abuelitos, los niños, los tíos, los sobrinos, los primos, pudieran subirse, recargarse y colgarse de ella. Incluso, en la placa de identificación, de manera juguetona, estaba escrita la frase: ‘Si pasas por debajo de ella tres veces, te brindará felicidad’”.

▲ Coatl medía ocho metros; su cuerpo, de cemento armado, estaba forrado con 3 mil 500 escamas de cerámica de alta temperatura. Ahora yace como escombro de una obra de la constructora Dalias.Foto Djahel Vinaver

Tenía una dimensión de ocho metros de largo, el cuerpo estaba hecho de cemento armado y forrado de 3 mil 500 escamas de cerámica de alta temperatura. La cabeza y la cola eran de barro cocido en el taller El Tomate, de Sagaón.

La escultura se montó in situ, con dos zapatas (estructuras que forman parte de los cimientos y cuya función principal es distribuir el peso de una construcción) y una base de concreto. Una vez instalada, Sagaón y Navarro organizaron las escamas-plumas con patrones interesantes y comenzaron a pegar una por una hasta forrar la estructura.

Con 17 años en la entrada del parque, tenía un lugar especial en la memoria de las familias veracruzanas.

En conferencia de prensa conjunta, Juan Carlos Contreras Bautista y Silvia Alejandre Prado, titulares de las secretarías de Medio Ambiente y de Cultura, en ese orden, responsabilizaron a Servicios Dalias de la destrucción de Coatl, arguyendo un error de comunicación.

Según la versión de las autoridades, la empresa había dado instrucciones a una cuadrilla de trabajadores para mover otra pieza: el venado insignia del parque Naturalia), que confundieron con la serpiente.

Esa declaración me parece ridícula, no tendría porque haber ninguna equivocación. Aquí lo que hay es negligencia, descuido y una profunda ignorancia, atajó Naveda.

Ante las inconformidades expresadas por el gremio artístico, el representante de la empresa, Fidel Delgado García, informó que despidieron a tres trabajadores. Y Alejandre Prado, titular de Cultura, anunció como acciones de remediación la redición del catálogo de obras que fueron parte del Simposio Internacional de Cerámica Escultórica Monumental, y el diseño de un corredor de esculturas dentro del parque. Pero la declaración no entusiasmó a los creadores.

Lo que Djahel Vinaver, Elsa Naveda y la comunidad cultural proponen es que las autoridades aclaren el contexto en que se destruyó la obra sin versiones a medias, que ofrezca disculpas a los veracruzanos por dañar su patrimonio artístico y que instauren las medidas necesarias para que situaciones como ésta no se repitan.

También insistieron en que se rescaten los bloques usados de relleno y la pedacería que quedó esparcida en el sitio donde se encontraba, y a partir de ahí, construir una nueva en memoria de la anterior, donde se manifieste este episodio, que se actuó mal y que no debe volver a ocurrir.

“Sería una Coatl herida, con cicatrices; la idea de una réplica no nos interesa, se trataría de una nueva pieza.”