Siempre firme y congruente con su rebeldía estética y política, la artista sonorense Guadalupe Sobarzo, cofundadora e integrante del grupo Suma, falleció en Comala, Colima, en vísperas de sus 70 años, que cumpliría el 6 de octubre.

El deceso ocurrió el 14 de septiembre a causa de una afección respiratoria, si bien la noticia se hizo pública apenas este martes, día en que sus cenizas fueron presentadas en el Templo de San Miguel, en Comala.

El compositor y artista visual Vicente Rojo Cama y la investigadora y curadora Adriana Sandoval, amigos de la creadora, la destacaron por esa manera tan personal de llevar la rebeldía al arte y su vida, como un ejercicio que iba construyendo en su día a día sin mayor pretensión.

Nacida en Hermosillo en 1954, Guadalupe Sobarzo se trasladó en 1972 a la Ciudad de México y se formó en la Academia de San Carlos, en los talleres de Gilberto Aceves Navarro y en las clases libres de Felipe Ehrenberg.

En 1976 fue una de las fundadoras del grupo Suma al lado del pintor Ricardo Rocha (1937-2008) –de quien fue pareja sentimental hasta el fallecimiento de éste– y otros artistas, como Gabriel Macotela y René Freire.

Este colectivo, activo hasta 1982, nació en la hoy Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el taller de muralismo que impartía Ricardo Rocha, como un cuestionamiento a la validez de los conceptos de los muralistas mexicanos, sobre todo referentes al arte público.

“Cuando Suma se desintegró, ella fue artífice junto con Mario Rangel –otro de sus integrantes– de donar al Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), institución fundada por el pintor Francisco Toledo, todo el archivo del grupo. Guadalupe y Mario tenían muy claro que Suma era un precursor y referente del arte mexicano de hoy”, refirió Rojo Cama.

▲ La artista sonorense Guadalupe Sobarzo, cofundadora e integrante del grupo Suma, murió el sábado pasado en Comala, Colima.Foto del archivo de Marco Vinicio León

Lupe fue muy visionaria, sabía que teníamos que preservar para el futuro del arte mexicano ese trabajo, al tratarse de las primeras veces que los artistas mexicanos tomaron las calles de la ciudad y trabajaron con temas aún esenciales, como migrantes, burócratas, obreros, esos grupos de la sociedad todavía muy olvidados.

Según Adriana Sandoval, Guadalupe Sobarzo tuvo la capacidad como parte de Suma de ir codo a codo, en una comunicación inteligente, con Ricardo Rocha, quien fue el gran amor de su vida, pero también un estímulo para que ella, recién llegada de Sonora, y en un contexto de represión, como eran los años 70, tuviera el valor de salir a las calles, denunciar cosas que estaban pasando en ese momento y asumir esa parte del arte con un compromiso social muy concreto.

Fue una artista que logró descifrar cómo ser mujer en un momento en que el ámbito del arte era muy complejo para ellas; observaba y vaticinaba cómo eran esos retos a los que las mujeres, y en general todos los creadores, nos enfrentamos; siempre tuvo un consejo atinado, preciso y muy valiente, agregó.

Además de pugnar hasta el último momento por preservar el legado de Ricardo Rocha y que éste quedara resguardado en una universidad pública, Guadalupe Sobarzo se distinguió en lo creativo por abordar temas femeninos en el sentido de la cotidianidad, a través del bordado y la representación de insectos, flores y frutos.