Alumnas de la Escuela Normal Rural Carmen Serdán, de Teteles de Ávila Castillo, Puebla, denunciaron que dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y funcionarios del gobierno del estado las intimidan y espían, pues buscan que la institución se vuelva pública para administrar el presupuesto y las plazas laborales que recibe.

Explicaron que desde el 17 de agosto, dirigentes y agremiados del comité delegacional D-II-14, de la sección 23 del SNTE, con el consentimiento de servidores públicos y personal de la Secretaría de Gobernación del estado, buscan intimidar a la organización de alumnas espiándolas y con el uso de explosivos, a fin de romper con las mesas de diálogo que se mantienen en la Secretaría de Educación Pública.

En un comunicado, la normal de Teteles acusó que se trata de un montaje de algunos docentes y otros actores interesados en el presupuesto de la normal y las plazas laborales, debido al reacomodo de agentes de Puebla y a nivel nacional.

Señalaron que los grupos de poder buscan el cierre del internado estudiantil a través de difamaciones hacia la institución.

En entrevista telefónica con La Jornada, una dirigente estudiantil, comentó que además del constante acoso al plantel académico, llevan más de 30 días sin agua, lo que provocó que las estudiantes se retiraran a sus casas y continuar sus estudios con clases en línea.

Uno de los problemas que tenemos es el agua, hemos estado comprando pipas, pero no se pueden sustentar, somos más de 400 alumnas, una señora de Teteles que tiene relación con trabajadores de la normal tiene la obligación de sustentar el líquido potable, pero se adueñó del recurso y no lo quiere dar porque parece ser que es cuñada de un integrante del sindicato, que nos ha estado atacando, dijo.

Precisó que esto perjudica mucho a la normal, ya que van varios días que no tenemos agua, hemos buscado la ayuda de Gobernación, ya que es obligación del municipio brindar el recurso.

Expuso que desde hace tiempo el sindicato intenta cerrar la institución y que se vuelva pública.

Sabemos que una normal rural es un internado, un recurso, refugia a muchas jóvenes de padres de escasos recursos y de campesinos, porque venimos de lugares muy marginados.

En un boletín que compartimos, los papás muestran apoyo, confían en que sus hijas vienen a estudiar sin importar que el sindicato tienda a hacer difamaciones de nuestra institución, afirmó la lideresa.