Cuatro familias de Lacanjá Chansayab, municipio de Ocosingo, Chiapas, desplazadas por la violencia desde hace un año, afirmaron que las autoridades de los tres niveles las tienen olvidadas, y las de la localidad están aliadas con grupos del crimen organizado, ya que las despojaron de sus parcelas.

Si el gobierno es incapaz de hacer valer nuestros legítimos derechos, que asuma su responsabilidad de indemnizarnos económicamente, demandaron en un escrito dirigido a organismos de derechos humanos y medios. Manifestaron que “la violencia se ha vuelto cotidiana en la selva Lacandona –donde se ubica Lacanjá Chansayab– y en la entidad en general en los últimos años”.

Expusieron que la región ha sido penetrada por organizaciones criminales que están afectando a las comunidades; ven a la selva como un territorio codiciado para sus negocios y actividades ilícitas. Señalaron que los liderazgos comunitarios, los defensores de los pueblos en sus derechos y en la defensa del territorio estamos especialmente vulnerables ante esta situación.

Las cuatro familias recordaron que el 13 de septiembre de 2023 fueron desplazadas de su pueblo por un ataque con armas de fuego y el 29 de marzo de este año se llevó a cabo una asamblea en Lacanjá Chansayab, en la que autoridades de la subcomunidad, en compañía con integrantes del crimen organizado, informaron que iban a tomar posesión de nuestras parcelas, casas y propiedades.

Agregaron: Somos desplazados con violencia y bajo amenazas de muerte por los mismos hermanos lacandones que por desgracia se han aliado con los criminales. Alertaron que su situación es de inestabilidad, inseguridad y riesgo y por ahora se refugian en la vecina localidad de Nueva Palestina, donde sus compañeros comuneros generosamente aceptaron recibirnos, pero sabemos que entran espías del crimen organizado.