Acapulco, Gro., Trabajadores del astillero de playa Manzanillo laboran contrarreloj para reparar 26 embarcaciones que fueron destruidas, la mayoría, el 25 de octubre de 2023 por el huracán Otis, cuya fuerza devastó la franja hotelera de este puerto turístico.

A este sitio fueron arrojados decenas de navíos de diferentes calados por el flujo natural de las corrientes marinas, sumado a los fuertes vientos ocasionados por el fenómeno meteorológico.

Otros botes fueron remolcados por sus dueños después de rescatarlos del mar o quedar encallados. Desde lejos se pueden observar las lanchas Michel, Dinka, Tequereque y Perlita, entre otras, las cuales están varadas en la orilla de la playa Manzanillo.

El representante del astillero de dicha playa, Alberto Lara de los Santos, explicó que existe un compromiso con el gobierno federal de reparar las embarcaciones y yates censados, a más tardar en marzo de 2025.

Lara de los Santos recordó que este lugar dejó de fungir como atarazana mucho antes de Otis, pero el impacto del meteoro obligó a retomar de forma provisional el taller, situado en la zona tradicional de Acapulco, a unos metros de la playa Tlacopanocha y el zócalo.

Detalló que 12 trabajadores laboran en la reparación de las embarcaciones y se espera que pronto estén listas seis con fondo de cristal, maltratadas por la fuerza del huracán.

“En Caleta había 50 naves con este tipo de fondo antes de Otis, actualmente hay 12 en actividad: cuatro de ellas van a Caleta, una al parque de la Reina y otra al zócalo.” Agregó que el costo para repararlas oscila entre 300 y 700 mil pesos.

Asimismo, los astilleros trabajan en la remodelación de cinco navíos encallados en la orilla de la playa. Esa lancha que ves allá no traía la punta, tenía sólo tres cuartas partes y le reconstruimos su casco. Ya le vamos a hacer su caseta para que se pueda lanzar al agua, detalló.

Otro de los barcos es el Azteca, que descansa sobre maderos y tambos de fierro. Su propietario se debate entre el intento de rescate del yate o convencerse de que debe ser destruido, pese al esfuerzo de los hombres del astillero que laboran de lunes a sábado.

Alberto Lara manifestó: no hay otro lugar para varar las lanchas; el club de yates se destruyó, la marina de aquí al lado quedó aurruinada. No hay dónde reparar las embarcaciones en Acapulco, señaló.

Y aunque la autoridad está consciente de la situación, el responsable del astillero comentó que ésta les dio de plazo seis meses, pero nos dijeron que nos van a conseguir un terreno, eso es bueno, se están retomando los acuerdos que ya se tenían, y recordó que la intención es convertir a playa Manzanillo en un sitio recreativo. Mencionó que en seis meses los navios tienen que ser trasladados o serán destruidos, situación de la cual ya fueron notificados sus dueños.