Domingo 15 de septiembre de 2024, p. 18
En la imagen, equipo para trabajar diferentes variedades de uva resistentes al cambio climático en un laboratorio de vinos rosados en Vidauban, Francia. Este tipo de bebida, asociada en el imaginario del consumidor a la frescura de un aperitivo de verano, se ve ahora paradójicamente amenazada por el cambio climático, en particular el calentamiento global. Un fenómeno al que la región mediterránea está especialmente expuesta, según el panel de expertos de la Organización de Naciones Unidas.