El número de turistas extranjeros a China creció 130 por ciento anual entre enero y julio de este año, de acuerdo con la Administración Nacional de Inmigración china. Poco más de 17 millones de personas cruzaron el país en los primeros siete meses del año, todavía lejos de la cifra de 49.1 millones de visitantes que llegaron al país en 2019.

Como parte de las políticas para incentivar el sector, que estuvo cerrado hasta el primer trimestre del año pasado, en diciembre China dejó de pedir visa a turistas de varios países, entre ellos Francia, Alemania, Italia, España, Australia, Nueva Zelanda y Polonia. Lo mismo que a algunos del sudeste asiático como Tailandia, Singapur y Malasia.

Los sitios más visitados son la Gran Muralla, la Ciudad Prohibida, el Ejército de terracota, el Palacio de verano, el Río Li, la Base de investigación de Chengdu para la cría de pandas gigantes, la Garganta del Salto del Tigre en el río Yangtze, los Jardines de Suzhou, el Palacio Potala y el Bund Shanghai.

Por otro lado, también es uno de los mayores compradores de servicios turísticos. De acuerdo con un informe de la Organización de Naciones Unidas, el gasto chino en viajes al extranjero alcanzó 196 mil 500 millones de dólares en 2023, por delante de Estados Unidos (150 mil millones de dólares), Alemania (112 mil millones) y Reino Unido (110 mil millones).