París. El nuevo primer ministro de Francia, Michel Barnier, mencionó ayer la posibilidad de reabrir el debate para una mejora del sistema de pensiones, reforma que suscitó fuertes protestas el año pasado.

Durante una entrevista con la cadena de televisión TF1, Barnier indicó que tiene previsto abrir debates para mejorar dicha ley y proteger a los más vulnerables.

La derogación de la reforma de pensiones fue la principal promesa de campaña del Nuevo Frente Popular (NFP), formación que si bien obtuvo la mayor votación, no consiguió la mayoría legislativa necesaria para imponer un primer ministro de su agrupación.

Aunque la coalición de izquierdas NFP colaboró con el macronismo para detener la llegada de la extrema derecha al poder, al final, el oficialismo bloquea a la izquierda para entrar al gobierno.

El NFP anunció ya una moción de censura contra el nombramiento de Barnier, que sólo podría tener éxito si la extrema derecha de Le Pen vota a favor. El nuevo primer ministro cuenta con el apoyo del bloque macronista y del partido Los Republicanos.

Jean Luc Mélenchon, líder de la Francia Insumisa y fundador del NFP, convocó a una movilización que tendrá lugar hoy sábado. “Unámonos por el respeto a la democracia y la dignidad (…) el pueblo es el único soberano”, aseguró Mélenchon.