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Nahuala entrelaza en escena la fuerza femenina con los saberes ancestrales

Obra de Oswaldo Valdovinos con Astillero Teatro // Se monta hoy y mañana en la Plaza de las Artes del Cenart

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▲ La obra recrea la milenaria figura del nahual, además de plantear reflexiones sobre el empoderamiento de las mujeres en las comunidades rurales.Foto cortesía de la producción
 
Periódico La Jornada
Sábado 7 de septiembre de 2024, p. 5

Una travesía fascinante cobrará vida este fin de semana en la Plaza de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), donde la fortaleza femenina se entrelazará con el legado de conocimientos ancestrales.

Con dramaturgia y dirección de Oswaldo Valdovinos, la puesta en escena Nahuala recrea la milenaria figura del nahual, además de plantear reflexiones sobre el empoderamiento de las mujeres en las comunidades rurales.

La historia tiene sus raíces en Milpa Alta, donde la compañía Astillero Teatro, de Valdovinos, colaboró con el grupo comunitario Teatro Tozquitl, formado íntegramente por mujeres.

Esta alianza fue clave para dar vida a la creación escénica, ya que, según su director, ellas nos compartieron los conocimientos esenciales sobre las tradiciones locales, especialmente sobre los nahuales y su figura de poder en la comunidad.

Las integrantes de Tozquitl no sólo aportaron su sabiduría sobre la cultura de la región, sino también ayudaron a Valdovinos a moldear el lenguaje y los detalles del montaje.

El vestuario, las costumbres y las historias de vida provienen de ellas. Fue un proceso de colaboración profunda y enriquecedora, añadió Oswaldo Valdovinos (Ciudad de México, 1974) en entrevista con La Jornada.

Yolotzin, de nueve años, vive en un entorno semirural con fuerte influencia de las costumbres tradicionales. Su abuela Pancha, quien posee todas las características de una nahuala, guía a la pequeña en el desarrollo de sus habilidades, mientras desafía las barreras impuestas por el patriarcado, representado por Seferino, su abuelo.

La obra es, en esencia, una reivindicación del papel de las mujeres en la comunidad, de cómo el conocimiento ancestral no debería estar limitado por el género, subrayó Valdovinos. La madre de Yolotzin, soltera, también juega un papel crucial en la historia, ya que sirve de cómplice en la lucha de su hija por la libertad e igualdad.

El entorno de Milpa Alta se recrea con esmero en la escenografía, desde las cocinas de humo (tradición que casi ha desaparecido por la llegada del gas) hasta las vastas nopaleras que prevalecen en la región.

Visitamos las pocas cocinas de humo que quedan y hablamos con las mujeres que las utilizan. Esos detalles, que parecen simples, fueron fundamentales para retratar la vida en dicha demarcación y dar autenticidad a la producción, explicó Valdovinos.

Uno de los elementos más atractivos del montaje es el uso de títeres de mesa, inspirados en habitantes reales. El dramaturgo y su equipo tomaron fotografías de personas representativas de la región para crear las figuras que cobran vida en escena.

La música también juega un papel esencial en la trama. Se trata de composiciones originales que parten de los ritmos tradicionales de la región, como los chinelos, y se adaptan a la narrativa de la historia. El elenco se integra por María Teresa Adalid, Itzel Casas, María Zoraida Álvarez, Oswaldo Valdovinos y Lizeth Rondero.

Al principio, todos los personajes, incluso los masculinos, eran interpretados por mujeres. Eso me llevó a reflexionar sobre cómo las mujeres perciben y responden a ciertas situaciones. Fue un proceso que me permitió entender mejor sus luchas y sus fortalezas, rememoró Oswaldo Valdovinos.

Queremos que los espectadores se lleven la idea de que ciertas tradiciones no tienen por qué mantenerse, sobre todo aquellas que perpetúan la desigualdad.

Las funciones de Nahuala serán hoy y mañana a las 13:30 horas en la Plaza de la Danza del Cenart (Río Churubusco 79, colonia Country Club Churubusco, alcaldía Coyoacán). La entrada es gratuita.