La policía antimotines intervino por primera vez ayer para dispersar algunos de los bloqueos en las avenidas de Bogotá y sus alrededores durante la cuarta jornada de protestas de transportistas en Colombia, quienes rechazan el alza del precio del diésel. Cientos de vehículos de carga obstruyen el paso desde el lunes en las vías de acceso a la capital y a las principales ciudades del país, en respuesta al incremento de 20 por ciento en el valor del galón de ese combustible hasta 2.7 dólares. Con unos mil 200 uniformados, la unidad antidisturbios despejó con gases lacrimógenos un punto en el norte de la capital de 8 millones de habitantes. Los bloqueos persisten, pero con menos intensidad. En la imagen, motos y peatones libran el bloqueo de vehículos pesados.