Guatemala. Guatemala recibió ayer a 135 presos políticos y reos de conciencia nicaragüenses detenidos por el gobierno del presidente Daniel Ortega, entre ellos líderes estudiantiles, religiosos y defensores de derechos humanos, gracias a una mediación de Estados Unidos, por motivos humanitarios.

Los presos políticos llegaron a las 6:20 horas al aeropuerto capitalino La Aurora, donde fueron atendidos por funcionarios del centro de deportaciones que cada semana recibe a cientos de migrantes irregulares devueltos por Estados Unidos y México.

Gracias a Dios de estar libre; viva Nicaragua libre, declaró a periodistas Francisco Arteaga con el puño en alto. Contó, desde la ventanilla de un autobús amarillo que lo trasladaba hacia un albergue, que fue detenido por publicar en las redes sociales las acciones del gobierno de Ortega contra la Iglesia católica.

En una declaración conjunta, los gobiernos de Estados Unidos y Guatemala detallaron que Washington facilitó el transporte voluntario del grupo entre las dos naciones centroamericanas y que su salida se produjo después de meses de negociaciones.

Al grupo se le otorgará atención médica, otros cuidados y visas regulares para trasladarse legalmente a otros países.

La Casa Blanca, que agradeció en un comunicado el liderazgo y la generosidad del gobierno de Guatemala por aceptar gentilmente a estos ciudadanos y destacó al mandatario Bernardo Arévalo por su continuo liderazgo en toda la región al abordar cuestiones humanitarias y defender la libertad. Arévalo afirmó en redes sociales que recibirlos es una muestra de la firme convicción democrática de su país, que rechaza rotundamente las amenazas de regresión autoritaria.

La liberación y traslado de los presos políticos se produce en medio de una creciente campaña contra asociaciones civiles por parte del gobierno de Ortega. En 2023 excarceló, expulsó y despojó de nacionalidad y de sus bienes a 316 políticos, periodistas, intelectuales y activistas críticos, a quienes acusó de traición a la patria.