Sábado 31 de agosto de 2024, p. 23
Chalco, Méx., Con todo el dolor que les provoca deshacerse de sus pertenencias que con esfuerzo y sacrificio adquirieron, damnificados por las inundaciones en Chalco realizaron ayer faenas de limpieza y tiraron a la basura muebles, ropa y todo tipo de cosas contaminadas que permanecieron casi un mes entre aguas negras.
Ayer, al cumplirse 29 días de la emergencia, fue notoria la disminución de líquido en la mayoría de las 40 calles que resultaron afectadas en las colonias Jacalones y Culturas de México. Sin embargo, en 10, la anegación aún supera un metro de altura en dos avenidas de Jacalones y seis de Culturas de México; en esta última, el nivel de agua no baja y aún es necesario el uso de lanchas, maquinaria pesada o vehículos del Ejército y la Marina.
Además, las lluvias de las últimas 48 horas obligaron a los vecinos a posponer el saneamiento y desinfección de sus viviendas. Las faenas empezaron hace dos días, pero éstas fueron en vano, porque la noche del miércoles y del jueves el agua contaminada regresó y el nivel aumentó de nuevo.
La inundación del 2 de agosto fue resultado del colapso del viejo colector Solidaridad, el cual se encuentra fracturado en varios tramos. Adicionalmente, el ducto de desagüe redujo su capacidad al presentar tres taponamientos de basura.
La llamada zona cero se ubica a la altura de la avenida Solidaridad, junto al DIF municipal de Chalco, y afecta en menor medida a Jacalones; sin embargo, el cruce de Solidaridad y calle 2 de Marzo continúa sin poder transitarse.
Yahir Hernández es vecino de la calle Ignacio Zaragoza, y su propiedad fue una de las más afectadas en Jacalones.
Lamentó: con mucho dolor hablo porque sí son muchos esfuerzos los que se van a la basura
, narró mientras sacaba todos los enseres que ya no sirven de su casa.
Elementos de la Guardia Nacional lo auxiliaron y a los efectivos les costó trabajo echar al camión de volteo un colchón sumamente pesado por toda el agua que absorbió durante 29 días.
Como todos los enseres domésticos, la plancha acojinada para dormir está inservible; le escurre a chorros el agua negra acumulada. Los federales se apoyaron de palas para subirlo al camión y evitar que el líquido que se derramaba entrara a sus ojos o boca.
Los oficiales, con pala en mano y rifle en la espalda, traspalavan muebles inservibles: dos bases de cama, un refrigerador, un frigobar, sillones, ropa, zapatos y mucha basura.
A lo largo de la avenida Solidaridad y calles que la interceptan, este viernes son mayormente visibles decenas de mangueras. Algunas de seis y ocho pulgadas conectadas a la red de alcantarillado y otras al equipo especializado.
Las líneas se utilizan para puentear y desalojar lo más rápido posible el líquido aún acumulado en la zona cero.