Nueva York., El campeón defensor Novak Djokovic sucumbió sorpresivamente en el Abierto de Estados Unidos, un día después de la eliminación de Carlos Alcaraz.

El serbio, quien defendía el título logrado el año pasado, se vio superado por el australiano Alexei Popyrin, reciente monarca del Masters 1000 de Canadá, por parciales de 6-4, 6-4, 2-6 y 6-4 en la pista central de Flushing Meadows, en Nueva York.

Fueron tres horas y 19 minutos de una lucha sin cuartel. Con cierta serenidad, Djokovic asumió su peor derrota en un Grand Slam desde 2017 y se quedó sin conquistar su trofeo grande número 25, con el que hubiera roto el empate con Margaret Court y fijado un récord absoluto en el tenis.

La eliminación del segundo mejor clasificado, sumada a la del español Alcaraz –derrotado en la segunda ronda por el neerlandés Botic van de Zandschulp– dejan como gran favorito al título al italiano Jannik Sinner, número uno mundial.

Tuvimos muchas batallas este año en el Abierto de Australia y Wimbledon. Hubo otras oportunidades, pero no las tomé. Hoy (ayer) sí lo hice jugando un gran tenis, declaró Popyrin. Llegar a los octavos de final ante el mejor de la historia es increíble.

La derrota anterior del belgradense, de 37 años, en esta etapa de la justa estadunidense ocurrió en 2006, precisamente ante otro australiano, Lleyton Hewitt.

Triunfador en cuatro ocasiones del Abierto de Estados Unidos (2011, 2015, 2018 y 2023), el serbio aspiraba a ser el primero en revalidar la corona desde que Roger Federer encadenó cinco seguidas (2004-2008).

En Grand Slam no había sufrido una derrota tan severa desde la de segunda fase del Abierto de Australia en 2017, último año en que la estrella balcánica no alzó ningún trofeo de lo cuatro grandes.

Antes del descalabro en Flushing Meadows, Djokovic había alcanzado este año las semifinales del Abierto de Australia, los cuartos de final de Roland Garros y la final de Wimbledon.