Keri-Lynn Wilson: música para la libertad
unque nació en Canadá (1967), donde estudió flauta, piano y violín, desciende de familia ucrania. Todavía estudiante en la prestigiosa escuela Julliard de Nueva York, fue ayudante de Claudio Abbado en el Festival de Salzburgo. Después de obtener la maestría en flauta y dirección en la Juilliard, la nombraron directora asociada de la Orquesta Sinfónica de Dallas.
Ahora, Keri-Lynn Wilson agrega otra distinción a su carrera al fundar y dirigir la Orquesta de la Libertad de Ucrania. La integran destacados músicos residentes en dicho país, otros que han buscado refugio en el exterior y los ucranios que hacen parte de orquestas europeas.
Los meses recientes, el conjunto se ha presentado en las principales ciudades de ese continente y en el Lincoln Center de Nueva York. Y ello ha sido posible gracias a su prestigio como directora de ópera. Por ejemplo, Carmen, en la Royal Opera House de Londres; El barbero de Sevilla, en la Bayerische Staatsoper de Múnich; Aída, en la Ópera Nacional Inglesa; El holandés errante, Carmina Burana y Boris Godunov, en la Ópera Nacional polaca; Fausto, en la Ópera Nacional de Washington; Madama Butterfly y Tosca, en la Compañía de Ópera de Canadá, y Lady Macbeth, en la Metropolitan Opera de Nueva York. Pero también como directora de orquesta. Ha estado al frente de la Filarmónica de Los Ángeles, la Sinfónica de San Francisco, la de Viena, la Orquesta Nacional Rusa, la Filarmónica de Praga, la Orquesta Sinfónica de la RAI, el Mozarteum de Salzburgo y la Sinfónica NHK. Además, fue la primera en dirigir una ópera en la Arena de Verona, en el Nuevo Teatro Nacional de Tokio y en la Opera de Roma. Es de destacar que en 1998 dirigió la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela, en la grabación del elepé Danzón. Incluye el ya clásico de Arturo Márquez y obras de otros compositores, como Carlos Chávez, Silvestre Revueltas, Javier Álvarez y Marlos Nobre.
Defensora de la paz, Keri-Lynn Wilson señala que hoy su deber es recaudar fondos para los desplazados por el conflicto que vive Ucrania y honrar la memoria de las víctimas del país de sus ancestros y de Rusia. Para la artista, las guerras sólo benefician a la industria bélica, a la que no le importa dejar muerte y destrucción en muchos países.