Para Marcela Rodríguez no hay lugar a dudas: “Estamos en la época de las mujeres, y no sólo en política –en México seremos gobernados en poco tiempo por nuestra primera Presidenta–, también la vivimos en el arte y la cultura”.

La compositora afirma lo anterior a propósito del equipo creativo que está detrás de la obra Ciudad delirio, cuyo estreno mundial tendrá lugar este primero de septiembre en la gala con la que la Compañía Nacional de Danza (CND) celebrará el 90 aniversario del Palacio de Bellas Artes.

En dicha pieza, de cerca de 30 minutos de duración, Rodríguez se encargó de hacer la música mientras la coreografía es de Sonia Jiménez; además, la joven directora española Julia Cruz estará al frente de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes en la función de estreno y en las tres subsecuentes, el 3, 5 y 8 de septiembre.

Participamos tres creadoras, lo cual está muy padre y es muy importante. Demuestra que vivimos la época de las mujeres; aunque en el arte y la cultura no hay género, sí es de subrayar que se esté dando este momento y que haya ahora este espacio enorme para nosotras, destaca Marcela Rodríguez.

En el caso de la música, hay muchas y muy buenas compositoras en México; son las más activas y tienen muy alto nivel. Así que estamos en un momento sumamente importante, tanto en política como en el arte, y en muchas otros ámbitos.

En entrevista, la autora nacida en la capital mexicana en 1951 refiere que si bien antes ya ha compuesto música para danza, ésta es la primera ocasión que lo hace para una coreografía de grandes dimensiones y con la participación de una orquesta.

A su decir, escribir música para danza es muy diferente a hacerlo sólo para una orquesta, un ensamble o sin un contexto específico, ya que al autor está ceñido por las pautas y la estructura que le proporciona el coreógrafo.

Es algo que ayuda mucho, porque uno ya tiene la mitad de la idea, lo cual es muy distinto a enfrentarse al papel en blanco. Aquí no, te dan una idea muy clara y estructurada. Entonces, voy siguiendo las indicaciones de la coreógrafa y, claro, pensando que es música para bailar, trato de que sea más rítmica, dancística, explica.

Esta es una obra muy dramática, se presta mucho a texturas y a rítmicas intensas; hay mucha intensidad en toda ella. Incluso, no se quejaban, pero sí se reían de que hay demasiadas notas en la partitura. Quedó una obra muy dramática musicalmente hablando, pero muy energética al mismo tiempo. Lo que hago aquí, entonces, es poner mi trabajo al servicio de la danza.

Segundo encargo sobre la gran urbe

Ciudad delirio, como su nombre indica, tiene de tema a la urbe, en específico la Ciudad de México, lo cual resulta un tanto curioso para Marcela Rodríguez, pues es el segundo encargo que le hacen en corto tiempo de una obra dedicada a la capital del país. La otra es el Himno de la Ciudad de México, estrenado en junio pasado, con lo que se convirtió en la primera mujer en escribir una pieza de esa naturaleza.

“Aunque me dieron la estructura para esta obra (Ciudad delirio), también tuve mucha libertad musical. En ella se puede sentir lo que es esta ciudad, tan caótica y amada al mismo. Un poco traté de plasmar esas ideas en la partitura y los bailarines lo harán con el movimiento. Siempre es muy abstracta la danza, por lo cual la gente puede interpretar de muchas maneras esta pieza”, señala.

“Quise retratar en la música esa soledad y esas multitudes que se experimentan en esta gran ciudad, así como el caos que se vive en ella; también hay un guiño a la música de marichi, por aquello de Garibaldi, y, por supuesto, esos murmullos que nos rodean.

Esto último lo hice a partir de que los músicos dejan de tocar sus instrumentos y comiencen a hablar entre ellos, a decir frases en voz alta relacionadas con temas citadinos.

Tras aclarar que estas dos obras dedicadas a la capital de la República Mexicana nada tienen que ver entre sí –son encargos muy diferentes, coincidencias de la vida–, la creadora señala que el título de la coreografía partió del sentir de ella y Sonia Jiménez sobre la Ciudad de México: Es delirante, maravillosa, una de las más bellas del mundo; es una ciudad tan atractiva como viva.

En la gala de la CND por los 90 años del Palacio de Bellas Artes se realizarán otros tres estrenos mudiales, además de presentarse las piezas Pas de deux, del II acto de Giselle; Planimetría del movimiento; Pas de deux, de Diana y Acteón; Cuando regrese; Italy; Aguas primaverales, y Tué.