Jueves 29 de agosto de 2024, p. 6
El libro Elvia Carrillo Puerto, de Damiana Leyva Loria (Yucatán, 1983), ilustrado por Daniel Silva Páramo, publicado por el Fondo de Cultura Económica en su colección Vientos del Pueblo, recorre desde la vida íntima de la activista hasta su lucha por el sufragio femenino en México.
En entrevista con La Jornada, la autora contó que esta propuesta surgió en el marco del centenario del asesinato de Felipe Carrillo Puerto, cuando Paco Ignacio Taibo II me invitó a escribir algo que no fuera académico y hablara sobre su hermana, Elvia Carrillo; así fue que materialicé su biografía e hice una obra de ficción histórica para todos.
La también investigadora destacó que “en estos tiempos electorales, para los hombres votar no cobra tanta importancia como para las mujeres. Las mexicanas apenas llevamos 70 años con esa posibilidad. Elvia pasó de ser una mujer que se casó siendo una menor de edad, cuando un simple divorcio sería el final de su vida, a poder incidir en las mujeres, a defender su ciudadanía, su libertad, su posibilidad de trabajar y de tener independencia económica.
Ojalá cuando las personas, y sobre todo las mujeres, lean la biografía de Elvia reflexionen sobre la gran importancia que tenemos al poder votar. No estoy hablando de partidos ni de personas, pero sí que decidamos. Porque durante muchos años se pensaba que no teníamos capacidades de raciocinio en temas políticos o sociales. Todas esas ideas, que algunas veces aparecen por allí, las seguiremos combatiendo en algo tan sencillo como acudir a las urnas
, afirmó.
Leyva Loria describió que “en 2013 hice mi investigación de maestría acerca de la primera edición de la revista Tierra, la cual fue el órgano de difusión del Partido Socialista del Sudeste (PSS). Allí encontré información de la liga feminista de resistencia, integrada por Rosa Torre, Beatriz Peniche, Raquel Dzib, Gloria Rosado, Susana Betancourt y Elvia Carillo. Se trataba de una organización de feministas declaradas y con agenda política”.
Oposición al discurso feminista
Hubo muchos congresos socialistas, pero el más importante fue el de Izamal, porque de allí se iba a desplegar una agenda política del PSS a la gubernatura. El proyecto buscaba eliminar la esclavitud de las personas, de los campesinos mayas y también abordaba la lucha obrera, pero el discurso feminista no era bien recibido por muchos hombres del partido. La revolución era algo definitivamente masculino
, mencionó.
Para la escritora, le debemos agradecer mucho a su hermano, Felipe Carrillo Puerto, quien “desde que asumió la gubernatura de Yucatán de 1922 a 1924, fue el único que creyó en su hermana, no sólo por su vínculo familiar; él entendió la visión de ella y su relevancia social y política. Sin embargo, su apoyo generó enemistades con sus correligionarios. Eso sumó a que, entre muchas más cosas, lo fusilaran.
Ante la pérdida del líder socialista todo podía acabar. Y sí, desafortunadamente, lo único que pudo presenciar Elvia es que las mujeres tuvieran derecho a elegir representantes populares mediante el voto. Ella no pudo ver que, actualmente, sigue habiendo muchas luchas en el país, a pesar de que ya haya un marco jurídico que respalde nuestro derecho a decidir. Admiro mucho que, con cien años de diferencia, ella lo pudo poner en una agenda política con acciones concretas
, dijo.
La autora contó que ha presentado este libro en varias sedes, entre éstas en una escuela llamada Acrelio Carrillo Puerto, como uno de los hermanos. Al preguntar al alumnado y profesores si conocían a Elvia o si habían entrado al museo, que era la ferretería donde trabajaba su padre, no lo ubicaban. Eso es deliberado, Elvia fue muy incómoda, quisieron asesinarla, pero logró exiliarse en la ciudad. Hicieron todo lo posible para que tanto el socialismo de Felipe Carrillo Puerto como el feminismo de Elvia se enterraran
.
Luchar a contracorriente
En el caso de Elvia era borrar todo lo que significara feminismo. Hoy existen discursos sobre este tema que lo relacionan con Satanás en persona. Todos esas ideas tienen más de cien años y, desafortunadamente para Elvia, tuvo que luchar a contracorriente con muy pocas combatientes; sin embargo, lograron abrir caminos en el gobierno; eso no pasó con otras feministas, la mayoría son teóricas.
En las primeras páginas de su libro, Damiana Leyva agradece a las mujeres que la antecedieron. Relató que su bisabuela se subió al tren en la Revolución, “supongo que iba buscando su bienestar, pero tuvieron que pasar tres generaciones: bisabuela, abuela y madre, creo que vamos poco a poco. La educación ha sido el medio por el cual hemos dado ese salto. Escribir esto y no reconocerlo sería negar mi propia historia y mis orígenes.
Aprendí mucho de este proyecto, también medité sobre mi propia vida y edad. Desde entonces, donde me encuentre voy a poner mi granito de arena. Ahora es el libro de Elvia que está logrando su cometido: que más mujeres reflexionen sobre la importancia de la agenda política. Eso va más allá de únicamente leer, sino pensar en qué se puede hacer, en mi caso, pude escribir. Estoy determinada en actuar para que podamos tener y gozar de mayores libertades y disfrutar de nuestros derechos. El feminismo es posible y es necesario
, concluyó.
La obra Elvia Carrillo Puerto se presentará mañana, con la participación de la autora y el filósofo Armando Bartra, en la librería del FCE Eraclio Zepeda (Miguel Laurent 961, colonia Santa Cruz Atoyac).