Jueves 29 de agosto de 2024, p. 4
Del otro lado del muro
vendrá media docena de músicos, todos catedráticos de la Universidad Tecnológica de Texas, para ofrecer un concierto cuyo programa se enfoca tanto en los compositores como en las obras musicales que han dejado atrás su lugar de origen para volverse universales.
Del otro lado del muro: Música de compositores y composiciones que trascienden fronteras es el título del concierto que se ofrecerá hoy en el Centro Nacional de las Artes (Cenart). Con motivo de los 30 años del Cenart, la universidad texana, ubicada en Lubbock, estableció cuatro colaboraciones con la institución. Para la primera, en mayo pasado, vino la Orquesta Sinfónica de la Universidad Tecnológica de Texas para actuar en el Auditorio Blas Galindo. Varios miembros de su Facultad de Música impartieron clases magistrales a estudiantes de la Escuela Superior de Música.
Dividido en dos partes, el programa de la segunda colaboración se enfoca, primero, en los creadores individuales y después en las obras, explica Martín Camacho, decano de Artes Visuales y Escénicas de esa casa de estudios. La primera parte comprende composiciones de personas nacidas en Estados Unidos, pero con raíces latinas y gustos musicales que se ven reflejados en sus piezas. También hay obra de un puertorriqueño y un mexicano que han desarrollado una extensa labor en Estados Unidos
.
En este sentido, Latin Jazz Suite, de Alice Gómez (1960), comprende los movimientos Guaguancó, Bolero, Mambo-cha, Afro-Cuban y Cubop. Intervendrán Kevin Wass en la tuba y Fabio Augustinis, en las congas. De José Flores (1997), de raíces mexicanas, es Un día en la vida, para tuba y medios fijos. También se incluyen Julia, del puertorriqueño Roberto Sierra (1953), con la participación de la mezzosoprano Ivy Walz y la pianista Becca Zeisler, así como Tuba libre, de Felipe Santiago, compositor mexicano.
La segunda parte del programa se centra en obras y géneros musicales que han rebasado las fronteras de sus países. En primer lugar está Tres danzas cubanas, del veracruzano Mario Ruiz Armengol (1914-2002). Camacho visita Cuba con cierta regularidad, hasta dos o tres veces al año, y da clases magistrales de piano. “Varios de los estudiantes cubanos han presentado, sin saber que soy una persona conocedora de la música de Ruiz Armengol, sus Danzas cubanas, porque tienen el requisito de tocar música cubana como parte de la currícula de su desarrollo. Esas danzas de un compositor mexicano ya trascendieron para ser aceptadas como música cubana para el piano”.
El programa comprende, además, un arreglo para dos pianos de Danzón núm. 2, de Arturo Márquez (1950). Para Camacho, es un ejemplo para entender cómo un género que es conocido y muy popular en México, es en realidad la danza nacional de otro país, que es Cuba. Incluso, en este momento es más tocado y difundido en otra nación que donde se originó
.
El arreglo de Danzón núm. 2 es para dos pianos (Camacho y Zeisler) y percusión (Augustinis). Lo que se oye por lo normal es la versión de orquesta. Aquí se enfatiza la percusión, una parte muy importante porque da sabor al danzón
, dice el músico.
También se incluye Sonatina para trompeta y piano, del costarricense Manuel Matarrita (1972), quien ha recurrido al género argentino de la zamba, así como el género afrocolombiano de la cumbia. Es otro ejemplo más de cómo formas musicales que no son nativas de Costa Rica se retoman y han transcendido fronteras
, asegura Camacho.
El concierto Del otro lado del muro, música de compositores y composiciones que trascienden fronteras se realizará hoy a las 19 horas, en el Auditorio Blas Galindo, del Centro Nacional de las Artes (avenida Río Churubusco 79, colonia Country Club), con entrada libre.