París. El fundador de Telegram, Pável Dúrov, sigue bajo custodia policial desde su arresto el sábado en Francia, acusado de 12 delitos que incluyen la gestión de una plataforma en línea que posibilita transacciones ilegales de grupos organizados; negativa a entregar a las autoridades la información necesaria para las intercepciones autorizadas por la ley y posesión y distribución de imágenes pornográficas de menores, entre otros.

Dúrov iba llegando de Bakú, capital de Azerbaiyán,y tenía planeado cenar en París, cuando fue detenido el sábado pasado como parte de una investigación del departamento de ciberdelincuencia de la Fiscalía.

De 39 años y con una fortuna de 15 mil 500 millones de dólares –según la revista Forbes– Dúrov enfrenta hasta 20 años de prisión por presunta complicidad en tráfico de drogas, blanqueo de capitales, así como por prestación de servicios de criptología (orientados a garantizar funciones de confidencialidad a los usuarios de la plataforma) sin la debida declaración, según el comunicado oficial.

Telegram sostiene que es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del abuso.

Elon Musk, propietario de la red social X (a quien se critica por haber eliminado los filtros que impedían la difusión de mensajes de odio, entre otros incluidos en la antigua Twitter), aseguró que la libertad de expresión está siendo atacada en Europa.

Su natal Rusia y Emiratos Árabes Unidos (país del cual Dúrov también es ciudadano, como lo es de Francia y de San Cristóbal y Nieves) reclamaron la posibilidad de ofrecer asistencia consular al detenido, aunque e Kremlin declinó dar una opinión al desconocer los cargos que le imputa la Fiscalía de París.

El presidente francés, Emmanuel Macron, negó ayer que la detención de Dúrov sea política. Es a la justicia, en total independencia, que le corresponde hacer respetar la ley, insistió el mandatario.