Discursos, globos y esperanza
a convención en la que el Partido Demócrata declaró formalmente a Kamala Harris como su candidata a la presidencia de EU concluyó en estruendosa fiesta. De la interminable lista de oradores es inevitable destacar la participación del emotivo discurso de Michelle Obama, por su indudable calidad humana y la intransigente defensa de los derechos de las mujeres a decidir por sí mismas; de Barack Obama, quien, como de costumbre con la clase y claridad que le caracterizan, se refirió al momento crucial por el que atraviesa la nación; de Bill Clinton, que pausadamente refrendó la cualidad reflexiva y de síntesis que le es característica; de Joe Biden, quien enfatizó las cualidades de Harris en los momentos más críticos por los que ella, y él, demostraron su capacidad para literalmente salvar al país de la quiebra; de Tim Walz quien, con su sencillez, carisma y capacidad de entender y acercarse a las clases medias trabajadoras demostró por qué Kamala lo escogió como su compañero de fórmula.
No escapó a los oradores que a partir de hoy empieza el arduo trabajo de convencer al electorado de la necesidad de votar por una plataforma que sea el punto de unión de una nación fragmentada y dividida por la mezquina voluntad de un personaje, cuyo principal objetivo dentro y fuera del gobierno ha protagonizado el regreso a un pasado oscurantista.
Durante y tras la convención, decenas de observadores políticos han expresado la necesidad que tiene Harris de aterrizar sus propuestas. Hacerlo en forma realista y comprensible para miles de electores indecisos que no entienden la esencia de ellas, ni cómo logrará concretarlas, es una tarea que exigirá un esfuerzo extraordinario. Por diversas razones no le fue posible a Biden explicar ni trasmitir el beneficio de sus propuestas, es una lección que Harris debe aprender para evitar que le suceda lo mismo. No pasarán muchos días antes de que Trump y sus adláteres republicanos le exijan claridad y viabilidad en forma que la candidata demócrata piensa aterrizar su programa. Contrastarlo con el Proyecto 2025, diseñado como punta de lanza de los republicanos en los más oscuros cubículos conservadores, estará en el centro de la campaña de Harris.
El país y el mundo espera que cristalicen las propuestas mediante las que Kamala demostró su carácter y el porqué será la primera mandataria de una nación tan diversa y poderosa.