En medio de desacuerdos sobre el descenso de la tasa de referencia en el país el pasado 8 de agosto, la mayoría de la junta de gobierno del Banco de México (BdeM), los tres miembros que votaron por un recorte, dejaron sobre la mesa la posibilidad de discutir reducciones adicionales.

Las minutas de la más reciente reunión de política monetaria del BdeM confirmaron lo que esperaban los agentes económicos, dada la votación dividida de 3 a 2 para reducir la tasa de referencia, que determina el costo del crédito con el que se financian empresas y personas de 11 a 10.75 por ciento.

Si bien el panorama inflacionario en México aún amerita tono restrictivo, su evolución indica que es adecuado reducir el grado de apretamiento monetario, es decir, de tasas elevadas, con el fin de restringir el incremento de precios al consumidor.

Los miembros que votaron a favor de bajar la tasa (la gobernadora Victoria Rodríguez y los subgobernadores Galia Borja y Omar Mejía) argumentaron que los choques en la inflación no subyacente, que alberga los precios volátiles, se disiparán pronto y dicha inflación seguirá cediendo ante la desaceleración económica.

De acuerdo con las minutas de la última reunión de política monetaria del BdeM, los miembros justificaron la disminución con el argumento de que los choques que afectan al componente no subyacente son transitorios y conforme se disipen en los siguientes meses, la inflación general disminuirá.

Consideraron que la actividad económica se ha desacelerado significativamente y prevén que se mantenga esta tendencia, lo que contribuiría a mitigar las presiones sobre los precios. Así, los tres siguen viendo una tenencia a la baja de la inflación subyacente y que la desaceleración económica puede llevar a que se logre el objetivo de inflación del 3 por ciento.

Por su parte, los dos votos disidentes (los subgobernadores Irene Espinosa y Jonathan Heath) resaltaron la necesidad de mantener una postura restrictiva firme, dado que la inflación general ha aumentado en los pasados cinco meses, y sostuvieron que recortar la tasa cuando los precios continúan acelerándose resta credibilidad al banco central, ya que envía un mensaje erróneo de que está satisfecho con una inflación general en incremento.

La mayoría de los miembros del BdeM todavía consideraron que los riesgos sobre el pronóstico se inclinan al alza; algunos comentaron el riesgo de que las variaciones en la no subyacente contaminen a la subyacente, que determina la trayectoria de la inflación general en el mediano y largo plazos.