Unos 600 trabajadores sindicalizados y de confianza del Poder Judicial de la Federación (PJF) en Cancún, Quintana Roo, se sumaron ayer al paro de labores iniciado el pasado lunes en al menos 26 estados, en rechazo a la reforma judicial que impulsan el presidente Andrés Manuel López Obrador, el partido Morena y sus aliados en el Congreso de la Unión.

Abogados, jueces y personal administrativo se colocaron frente a la entrada principal, en el centro Cancún, y anticiparon que atenderán casos urgentes, como amparos y los previstos en la ley, pero cerrarán al resto de los servicios por tiempo indefinido, hasta que desde San Lázaro escuchen sus propuestas, pues están abiertos a las reformas, pero bien planeadas, no de ocurrencias.

Mientras, en la ciudad de Chihuahua, empleados también de confianza y sindicalizados anunciaron que a partir de este miércoles se sumarán a la protesta. En un comunicado que leyeron dieron a conocer: la base trabajadora decidió tomar acciones contundentes, por lo que se suspenden indefinidamente las labores del PJF hasta que nuestras peticiones sean escuchadas y se reflejen en la Constitución; nos resta pedirles disculpas por las molestias, pero sepan que estamos defendiendo a México de los abusos del poder autoritario.

En Tamaulipas, unos 200 trabajadores del PJF marcharon en contra de la enmienda con pancartas y mantas del bulevar Praxedis Balboa al Congreso del estado.

En tanto, en Tlaxcala, empleados de ese sector también se manifestaron en la capital en demanda de evitar cualquier reforma a la Constitución que atente contra sus derechos laborales y, sobre todo, en contra de la autonomía y la impartición de justicia en el país.

En Baja California, Guerrero y Morelos, los paristas continuaron con la protesta que ayer cumplió dos días.