Por años, Esteban Gutiérrez tuvo que reconstruir la confianza que perdió en su paso por la Fórmula 1. La presión a la que se vio expuesto mermó la serenidad del ex piloto regiomontano de Sauber y Haas, que dejó de competir en la categoría desde 2016.

La salud mental en la Gran Carpa es un tema poco explorado hasta la fecha. Lando Norris y Lewis Hamilton son algunos pilotos que han abierto la caja de Pandora.

Desde un ámbito totalmente diferente, como empresario, sin escrutinio y más relajado, Esteban coincide en que un tópico como ese debería ser abordado con mayor frecuencia.

Él mejor que nadie entiende la presión emocional a que se somete un piloto. En mi caso, me afectó durante y después de terminar mi etapa como competidor de Fórmula 1. Aunque fue un cambio radical en mi vida, pasé algunos años restableciendo mi confianza, confesó.

En 2020, Lando Norris fue uno de los primeros en alzar la voz. Desde entonces creía que la indiferencia por mencionar la salud mental era por temor a mostrar debilidad; una limitante que persiste en la actualidad, reveló Gutiérrez.

Es una disyuntiva en la que claramente hay miedo. Si expresas estos temas con algunos miembros del equipo, desde un punto político, lo pueden utilizar en tu contra, y más cuando estás pasando por una situación complicada. Por eso en un ambiente como la F1, en una industria tan competitiva, es tan complicado abrirte, aseguró Guti, quien llegó a coincidir con su compatriota Sergio Pérez en la categoría reina del automovilismo.

“La diferencia es que como piloto te expones a un escrutinio constante de medios de comunicación y fans. Al mismo tiempo, con la cantidad de viajes a los que te sometes, la calidad de vida se vuelve complicada, y eso impacta en todo el manejo de la presión y afecta en tu distracción. Todas las preocupaciones que uno puede tener se empiezan a ver reflejadas con pérdida de enfoque, por eso uno debe trabajar en terapias para mejorar el desempeño.”