En 2023, Nadia Cárdenas Melchor tomó unos cursos sobre apiterapia –curación mediante piquetes de abejas– que la ayudó a resolver un problema de salud y más tarde la motivo a crear un apiario para dedicarse a esa actividad, junto con otras siete mujeres con quienes ya había conformado una cooperativa.

Ella explica que no es que el veneno de las abejas tenga efectos curativos, sino que contribuye a fortalecer las defensas del organismo.

Nadia afirma que desde hace tiempo en nuestro país se conocen los beneficios de los piquetes de las abejas, pero ese saber se ha ido perdiendo con el tiempo y porque los pinchazos duelen; sin embargo, de nueva cuenta ha cobrado auge la apiterapia.

Se dice que la idea de aplicar ese tipo de tratamiento se remonta a la antigüedad, en Grecia, Egipto y China.

Actualmente, la apiterapia se promueve como una forma de medicina alternativa; en el Apiario de la Cruz, las cooperativistas aplican los piquetes al colocar el aguijón de la abeja directamente en determinadas partes del cuerpo, según la dolencia.

Además de este tratamiento, la producción de miel y productos básicos –como propóleo, polen y jalea– de su apiario, conformado por 20 colmenas, extraen el producto para transformarlo en cera para bálsamo labial, jabones y avena, jarabe de miel con propóleo y otro al que se le agregan hierbas (para aliviar la tos seca y con flemas), cera y miel melipona.

Hace poco tiempo comenzaron a elaborar champú de miel con romero, “y ahora estamos aprendiendo a hacer caramelos con miel.

Todos estos productos son de calidad y tienen propiedades que ayudan al cuerpo humano porque son derivados de miel pura, asegura.

Sin embargo, advierten que proliferan jarabes de manufactura china que pretenden imitar a los derivados de la miel y que se venden muy baratos en importantes mercados, como el de la Merced.

Nadia comenta que una forma de comprobar que la miel es pura es que, a diferencia de los jarabes, el endulcorante de calidad se cristaliza, y si se vierte un chorro en agua, éste desciende en zigzag.

La Cooperativa Apiario Miel de la Cruz se localiza en un paraje a las faldas del volcán Teuhtli, en Xochimilco, rodeado de milpas y otros cultivos en los que laboran muchos otros integrantes de la comunidad rural de Santiago Tulyehualco.

La empresa está integrada por ocho mujeres, una de ellas con maestría en educación, otra tiene estudios de licenciatura en comunicación y cultura, una más es apiterapéuta, apicultora y masajista.

Las demás cuentan con preparatoria, algunas completa y otras inconclusa.

Nadia comenta que se trata de un grupo de amigas de mucho tiempo, la mayoría integrantes de una fraternidad religiosa llamada Misioneros de la Cruz.

En 2022 la sociedad cooperativa Miel de la Cruz recibió 80 mil pesos como capital semilla, con el apoyo de Creación de Empresas Sociales, por parte de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo.

Con ese dinero adquirieron un sistema de extracción de miel, el extractor y un tambo sedimentador, así como equipo de protección, velos y overoles. También compraron materia prima, como abejas reinas fecundadas, cera estampada y cuñas, además de una impresora para etiquetar sus productos.