Opinión
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Ciudad perdida

Baches: pandemia sin atender

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esulta muy difícil para el entendimiento normal explicarnos por qué las calles de la ciudad se encuentran tan terriblemente deterioradas. ¿Qué les pasó a nuestras calles?

Alcaldías como Cuauhtémoc, Benito Juárez, Tlalpan, Iztacalco y Coyoacán, principalmente, casi han perdido la cinta asfáltica y tienen baches de más de 15 o 20 centímetros de profundidad. Todas sufren también de pandemia de hoyos, aunque en menor cantidad y profundidad, por lo que podríamos afirmar que todas las calles –no las vías principales– están seriamente dañadas por el ¿descuido? de sus gobernantes.

Eso, un contagio de descuido podría ser la razón por la que las vías secundarias estén a punto de desaparecer como herramienta del urbanismo, pero no resulta creíble, sobre todo si, como se puede constatar en documentos oficiales, los alcaldes ejercieron los dineros propios del presupuesto que se les asignaron para ese efecto.

Y no es un asunto menor, porque ya pesa en el ánimo de la gente, de los jóvenes principalmente. La Encuesta de Seguridad Pública Urbana del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que responde al cuarto trimestre de 2023, advierte que los jóvenes de 18 años y más consideran como uno de los problemas más importante de la ciudad la pandemia de baches.

Un trabajo para esta sección de Ángel Bolaños señala que tan sólo en seis alcaldías, entre ellas las que ya enumeramos, se presentaron 14 mil solicitudes de bacheo que, obvio, no tuvieron ninguna respuesta por parte de los alcaldes.

Y no sólo eso; siempre sería muy sano que se revisara qué fue lo que se hizo con el presupuesto que para la reparación de la carpeta asfáltica tenía asignado cada alcaldía. Nadie en ninguna –o en casi las 16– demarcación puede decir que su calle está sana.

Fueron momentos políticos importantes, urgencias que requerían de un esfuerzo mayor, pero ¿quien midió la ambición de los alcaldes y las alcaldesas. ¿Qué pasó en lugares como Cuauhtémoc, donde las vialidades interiores están deshechas?

¿Hay algún motivo para que en las demarcaciones panistas, por ejemplo, y también en las que gobierna Morena, no hubieran utilizado los recursos necesarios para dejar las calles en buen estado? Sólo existe una respuesta… creíble: una buena parte se fue a las campañas y otro tanto a la bolsa de los alcaldes y las alcaldesas que hallaron el pretexto necesario para hacer de las suyas.

El asunto, que ya es un escándalo entre la población, merece explicaciones, no rollos, por parte de funcionarios cínicos. Urgen las verdades.

De pasadita

Comentamos en una entrega anterior que el vuelo de la ignominia, en el que supuestamente sólo viajaban El Mayo Zambada, uno de los Chapitos y el piloto, nunca salió de Hermosillo, Sonora, sino de Culiacán, Sinaloa, y no se equivocaron nuestras fuentes allende el Bravo.

También explicamos que el piloto es mexicano y que ya se le tenía bien identificado, por lo que se descartó que cuando menos ese elemento del supuesto secuestro estuviera ligado a la DEA.

De todas formas, aún hay hechos sin contestar, por ejemplo eso de que Zambada viajara enfermo y sin seguridad a revisar pistas clandestinas, y mucho menos si la idea era asistir a un encuentro con el gobernador sinaloense.

Lo cierto es que nada está dicho, pero lo que sí es seguro es que Trump tuvo que cerrar la boca. Su argumento de campaña, el principal, ese con el que decía que México y Biden no hacían nada para combatir al narco, se vino por tierra, mientras Kamala parece ir en caballo de hacienda. ¿Será?